El Servei Català de Trànsit (SCT) informa de que desde el 1 de enero hasta el 31 de mayo, han muerto 16 personas en las carreteras tarraconenses, un 30% menos que en el 2022. Las dos comarcas con más muertos han sido el Alt Camp (5) y el Baix Ebre (4).
En Cataluña, 61 personas ha perdido la vida en 53 accidentes mortales en la red vial interurbana de Cataluña. Durante el mismo periodo del año pasado, perdieron la vida en las carreteras catalanas 70 personas en 62 siniestros mortales, lo que supone una reducción del 13% en el número de muertos y de un 15% en los siniestros mortales.
En cuanto a los heridos de gravedad, este año llevamos 297, un 4% menos respecto el mismo periodo de 2019, pero un 20% más respecto el año pasado.
Este mes de mayo ha registrado 10 víctimas mortales, 5 muertos menos tanto respecto el 2022 como en 2019. Después de febrero, el mes de mayo ha sido el segundo mes con menos víctimas mortales de este año, aunque nos encontramos en temporada de buen tiempo, un periodo con una elevada movilidad.
El 44% de las víctimas mortales, 27 de las 61, pertenecen a los colectivos más frágiles: 19 motoristas, 1 ciclista y 7 peatones.
Siniestralidad dispersa
La AP-7 es la vía que ha registrado más siniestros mortales (4), aunque se mantiene una clara reducción de las víctimas mortales de esta vía respecto del año pasado, período en qué murieron 13 personas. Estas cifras representan una reducción del 70% de las víctimas mortales en la AP-7.
Seis vías más han registrado a tres víctimas cada una: la A-2, la C-32, la N-340, la C-37, la C-53 y la TV-3022. En estos dos últimos casos, se trata de un siniestro en que murieron tres personas: la C-53 en la Fuliola (Urgell) y la TV-3022 en el Perelló (Baix Ebre).
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