Diari Més

Los retos del nuevo gobierno

Falta menos para saber las posibilidades de Oliver Klein o Camí Mendoza para volver a ocupar la alcaldía, pero también suena con fuerza el PSC que puede ser la sorpresa

El Teatre Auditori, pendiente de terminarse.

Los retos del nuevo gobiernoGerard Martí

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Empieza la cuenta atrás para conocer cuál será la fuerza más votada en las elecciones de este domingo. Ya queda menos para ver si Oliver Klein (Nou Moviment Ciutadà) mantendrá la alcaldía, esta vez ganando las elecciones, o bien Camí Mendoza (ERC) se hace con la victoria por tercera vez consecutiva y puede seguir transformando Cambrils. Pero en estos comicios también hay un partido que suena con fuerza: el PSC y, por lo tanto, su candidato Alfredo Clúa como nuevo alcalde, recuperando así el poder perdido en 2011.

Sobre la mesa hay varios pactos que requieren la formación de un gobierno con mínimo tres partidos. ERC y PSC podrían unirse para gobernar la ciudad con el apoyo de En Comú Podem, reeditando así el tripartito; también podrían formar alianza ERC-PSC-Junts, o bien, el PSC podría dejar fuera a estos dos partidos e intentar repetir el pacto con NMC, PP y Ciutadans (si obtiene representación). Tampoco sería desmelenado que NMC y Junts vuelvan a aliarse para gobernar. Y es que es curioso como en estos días de campaña Oliver Klein y Enric Daza han evitado enfrentarse, dejando la puerta abierta a pactar; lo mismo que ERC (víctima de la moción de censura) con el argumento de que hablarán con aquellos partidos que comparten los objetivos de programa.

Sea cuál sea el resultado, es evidente que Cambrils tiene diferentes retos que se tienen que solucionar este mandato. Sin duda, uno de los más importantes es el Teatro Auditorio. Hace más de 12 años que esta obra faraónica está parada y en cada campaña electoral los partidos han asegurado que se tenía que desencallar el proyecto pero la realidad es que, a estas alturas, sigue siendo un trozo de hormigón que «ensucia» la imagen del municipio. Enric Daza (Junts) dijo en la presentación de su programa que tenía «la solución» para acabar de una vez por todas este equipamiento cultural y que consiste en modificar el Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) para impulsar la construcción de un hotel donde ahora está la estación de autobuses. Una opción que también contemplan otros partidos, entre ellos, el NMC. Según diferentes alcaldables, las empresas privadas que se han interesado en el Teatro Auditorio ven con buenos ojos este cambio urbanístico que daría impulso a la finalización de las obras y a tener un hotel que funcionaría también como Palacio de Congresos. La mayoría está de acuerdo en que la colaboración público-privada es necesaria para acabar este proyecto, pero en uno de los debates, Alfredo Clúa ha defendido una gestión pública.

Otro reto son los aparcamientos. En sólo cinco años, el municipio ha perdido más de 500 plazas y el hecho de que no se pueda ni aparcar en la Rambla de Jaume I, así como la reducción de plazas en las calles de Cristòfor Colom y Pau Casals, no tiene muy contentos a los vecinos y comerciantes de la zona, que denuncian que el proyecto de remodelación inicial de la avenida mantenía el aparcamiento. En todos estos años no se ha buscado una alternativa definitiva para qué tanto cambrilenses como turistas puedan aparcar a un precio económico (o gratis) en zonas próximas. Se llegó a un acuerdo con la empresa que gestiona el parking de debajo del Ayuntamiento para rebajar sus tarifas y en los próximos días se pondrá en marcha una nueva zona roja que permitirá aparcar gratuitamente 20 minutos. Los partidos hablan de habilitar un aparcamiento disuasivo en la zona de las Comes. Ya hace tiempo que se anuncia pero sobre la mesa no hay ningún proyecto en firme. Asimismo, ven como una oportunidad aprovechar el desmantelamiento del antiguo trazado ferroviario para ganar plazas. También Klein lleva en su programa hacer un parking subterráneo en donde ahora está el aparcamiento del Parc del Pescador.

El tercero y último gran reto del nuevo gobierno es la limpieza. Todo el mundo está descontento con el servicio ineficiente que no está pensado para un municipio con casi 36.000 habitantes. Los alcaldables aseguran que renegociarán el contrato con Secomsa para tener las calles limpias y mejorar el sistema de recogida de basura . Sólo hace falta ver cómo está la Rambla dos meses después de su apertura.

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