Diari Més

El Barri Antic, campo de batalla electoral

Los candidatos han ido desgranando sus propuestas, pero el Barri Antic es el elemento denominador que concentra las propuestas de los partidos

Imatge del debat de candidats que es va fer sobre l'escenari del Teatre Principal.

El Barri Antic, campo de batalla electoralAlejandro Navarro

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Los candidatos cierran la primera semana de campaña desgranando sus propuestas entre un pleno extraordinario para aprobar los presupuestos del 2023, un nuevo incidente en el Centro Histórico y un debate a seis. El viernes pasado se daba el pistoletazo de salida a la campaña electoral de las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. Primera semana superada. Primeros mítines superados. Los candidatos y candidatas a la alcaldía de Valls se han paseado por las calles y plazas de la ciudad desgranando sus propuestas, centradas principalmente en vivienda, políticas sociales, seguridad y nuevos equipamientos. Todo se podría resumir en dos palabras: Barri Antic.

Más allá de las estrategias de cada partido, hay que destacar tres 'factores' que han marcado esta primera semana de campaña: la aprobación definitiva de los presupuestos del 2023 del Ayuntamiento de Valls, que llegan cinco meses tarde, entre críticas de la oposición y en plena carrera electoral; un nuevo suceso en el Centro Histórico (en la Muralla del Carme) que acabó con siete coches quemados; y el único debate entre los principales candidatos y candidatas a la alcaldía de la capital del Alt Camp, organizado por TAC12, 'El Vallenc' y con la colaboración de Radio Valls y RC Valls.

Un debate a seis que contó con la participación de los partidos que tienen representación en el plenario -Junts per Valls, ERC, PSC y la CUP- y las formaciones que los organizadores consideraron «de interés», que son PP y Vox. Este último generó polémica entre los partidos independentistas, que sólo arrancar mostraron su rechazo a la presencia de la extrema derecha y sus discursos de odio en el debate. Su candidato, Francisco González, se presentó con un discurso populista y con propuestas vacías que generaron momentos de crispación entre el público.

En general, el tono fue cordial y poco crispado entre los candidatos, a pesar de algún pique entre Rosa Maria Ibarra, del PSC, y la alcaldesa y candidata de Junts, Dolors Farré. Los reproches y las críticas se hicieron escuchar sobre todo en la gestión del Museo Casteller, la nueva comisaría de la Policía Local y la revitalización del Barri Antic.

Tanto ERC como Junts defendieron el trabajo hecho durante estos cuatro años, con datos y resultados de sus actuaciones. Farré destacó los proyectos en marcha para revertir la situación en el Barri Antic. Por su parte, Rull sacó pecho de lo que han hecho en los barrios de la ciudad desde sus áreas. Su prioridad si llega a la alcaldía será la vivienda y volver a llenar los locales vacíos. «Queremos arreglar y arreglar la ciudad», concluyó.

Ibarra se presentó como la alternativa al «desgobierno» de los últimos cuatro años y centró parte de su discurso en las desavenencias entre los actuales socios de gobierno, Junts y ERC. Habló de la dejadez del 'Barri Antic' en seguridad, vivienda y limpieza. La socialista cree que el Museo Casteller es clave, «pero vamos tarde y mal», sentenció.

La CUP fue muy crítica con el estado del Barri Antic. Su candidato, Pere Vidal, habló de rehacer los escombros y reducir las desigualdades, defendiendo que el casco antiguo «no tiene que ser un escaparate de un museo, sino un lugar para vivir». «Tenemos un museo fantástico en un barrio que cae a trozos», sentenció. Más políticas sociales y menos cámaras de vigilancia.

Los candidatos no hablaron del día siguiente de las elecciones, donde los pactos serán imprescindibles para formar gobierno. La única referencia la hizo Dolors Farré, que hizo un llamamiento a respetar la fuerza más votada el próximo 28 de mayo: «el nuevo alcalde o alcaldesa se tiene que decidir desde Valls y no desde Barcelona», sentenció, haciendo referencia a los posibles pactos entre ERC y PSC. Por cierto, tampoco se mencionó la cuestión nacional, que en las elecciones municipales del 2019 fue un factor determinante. El contexto político ha cambiado, y las prioridades de los electores (y de los partidos) también.

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