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Cultura

Descubren una cueva en la Febró que conserva conjuntos de arte postpaleolítico

Los expertos apuntan que los grabados prehistóricos muestran la cosmovisión entre la época paleolítica y neolítica

La Cova de la Vila, en la Febró, conserva uno de los conjuntos de arte postpaleolítico más impotantes del arco Mediterráneo.

Descubren una cueva en la Febró que conserva conjuntos de arte postpaleolíticoACN

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El pequeño municipio de la Febró, en la comarca del Baix Camp, ha sido este viernes el foco de atención de muchos medios de comunicación. Lo ha sido por el anuncio del descubrimiento del que ya se considera como uno de los conjuntos de arte postpaleolítico más importantes del Arc Mediterrani.

La cueva de la Villa, un espacio conocido y ya documentado, ocultaba en su interior un secreto de gran valor arqueológico. Una sala con un mural de ocho metros con más de cien figuras grabadas en la arcilla hechas entre la época paleolítica y neolítica. Los grabados son excepcionales tanto por su singularidad como por el excelente estado de conservación en el que se encuentran.

El descubrimiento lo hicieron en el año 2021 de forma casual un grupo de espeleólogos y es una de las pocas muestras de arte rupestre dentro de una cueva en Cataluña. Espeleólogos del Centro Excursionista de Cataluña realizaban tareas de topometría dentro de la cueva cuando se encontraron con un acceso muy pequeño, que una vez desescombrado dejó al descubierto la sala con los grabados.

Desde el descubrimiento, en la zona se han realizado tareas de limpieza y de protección, con la colocación de vallas y una puerta interior que también impide el paso en la sala con los grabados, con el fin de preservar las condiciones ambientales que han permitido su conservación.

Ahora, dos años después, se ha dado a conocer el hallazgo en un acto en el municipio en el que han intervenido la directora de los Servicios Territoriales en Tarragona del Departamento de Cultura, Lurdes Malgrat; la alcaldesa de la Febró, Lourdes Martorell y el director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA), Robert Sala Ramos.

La alcaldesa de la Febró, Lourdes Martorell recordaba en la presentación que el suyo es un pueblo muy pequeño y que un descubrimiento como el de los grabados tendría que servir para poder atraer riqueza al municipio, siempre falto de recursos por sus dimensiones.

Martorell ponía el ejemplo de otros espacios de interpretación existentes, por ejemplo, en municipios pequeños de Francia, que tienen que servir para mejorar la situación de los lugares donde se encuentran. En este sentido, hacía un reclamo, «igual que no se puede dejar morir una lengua, o una especie animal, también hace falta que intentemos evitar que mueran los pueblos pequeños».

Recogía el guante el director del IPHES, quien exponía la disponibilidad de su institución de investigación para contribuir a desarrollar cualquier herramienta que permita poner en valor el hallazgo de los grabados para el municipio. Sala Ramos argumentaba que, al fin y al cabo, un hallazgo como la de la cueva de la Villa «nunca es fortuito».

Es la consecuencia de la tarea de estudio de los espeleólogos que accedieron para documentarla y también de las continuadas excavaciones, encabezadas por Josep Vallverdú, que se realizan en diferentes yacimientos en la Febró. El director del IPHES explicaba que, con la voluntad y colaboración que ya han aportado el ayuntamiento, la administración catalana y el centro de investigación se podrá conseguir poner en valor el descubrimiento para el municipio.

Aparte de la tarea de digitalización que ya se realiza en la sala de la cueva donde están los grabados, Sala Ramos también consideraba que existe la posibilidad, «con unos costes razonables», de poder hacer una réplica física y visitable de la cueva de los grabados.

Por su parte, Lurdes Malgrat, directora de los servicios Territoriales de Cultura de los Generalitat, destacaba la tarea de todos los técnicos implicados en el descubrimiento y, recordaba que, de forma inmediata, la cueva se protegió física y legalmente con la catalogación oficial de Bien de Interés Nacional.

Con respecto a la posibilidad de poner en valor el hallazgo, que no podrá ser accesible de manera pública, explicaba el proceso de digitalización que permitirá la divulgación. En cuanto a la posibilidad de poder establecer algún tipo de centro de interpretación en la zona, se limitó a decir que es una propuesta a estudiar y que hará falta ir viendo y explorando» las posibilidad que se presenten con la continuación de las excavaciones al lanzamiento, que todavía hay que hacer en la cueva.

En este sentido, Ramon Viñas, también presente en el acto de presentación, especialista en arte rupestre y colaborador del IPHES, destacaba la importancia de los grabados encontrados en la Febró y, en este sentido, sobre cualquier desarrollo museístico o como centro de interpretación decía, refiriéndose al municipio «os lo merecéis». De hecho, consideraba que lo que se ha encontrado en la Febró es una de las muestras más relevantes de arte rupestre esquemático que existen.

De todos modos, la capacidad de financiación y mantenimiento de una inversión constante es uno de los problemas de una iniciativa de estas características. Así, Josep Vallverdú, responsable de las campañas de excavaciones anuales en la Febró, señalaba que este tipo de espacios tienen que poder disponer de «contenidos dinámicos, que se vayan renovando», para evitar que acaben condenados en el ostracismo y no aporten el retorno que se busca de ellos en los municipio donde se encuentran.

Vallverdú explicó también que en las tareas del estudio del yacimiento que todavía hay que hacer en la cueva no descartan encontrar todavía más grabados en otros espacios, «aparte de la importancia de poder encontrar restos que serán todavía más relevantes porque se pueden estudiar con una cultura gráfica vinculada».

Todavía más restos del preneolítico

Ramon Viñas, por su parte, añadía que en la sala de los grabados, cuando se vaya estudiando y sacaban sedimento del suelo, también es posible que aparezcan nuevos grabados que ya entreven a la zona inferior de la sala. Y se podría tratar, en este caso, de grabados del preneolítico, es decir, todavía más antiguos que los descubiertos hasta ahora.

Una de las singularidades de este mural es que está hecho exclusivamente con la técnica del grabado, ya sea mediante con una herramienta de piedra y/o de madera en el caso de los detalles, como directamente con los dedos. Hay representadas diferentes figuras de cuadrúpedos, zigzags, trazos lineales, angulosos, y círculos, entre otros.

Destacan una serie de zoomorfos (posiblemente bóvidos y équidos), esteliformes (soles y/o estrellas) y reticulados. También hay una composición que recuerda a un ídolo «oculado». El conjunto es muy homogéneo estilísticamente y de forma presente escasas superposiciones.

La distribución de los diferentes elementos que hace pensar que se podría tratar de una composición: zoomorfos en la parte baja del panel, reticulados, sobre todo en la parte central y esteliformes en la parte superior y con un oculado en la parte alta del conjunto.

Justamente esta composición y distribución ordenada de las diferentes figuras hace pensar que «no se trata de una composición azarosa, sino todo lo contrario, responde claramente a un significado simbólico», afirma contundente Ramon Viñas.

Imatge de l'acte de presentació que ha servit com a anunci del descobriment de la cova a la Febró.

Descubren una cueva en la Febró que conserva conjuntos de arte postpaleolíticoCedida

Imatge de l'acte de presentació que ha servit com a anunci del descobriment de la cova a la Febró.

Descubren una cueva en la Febró que conserva conjuntos de arte postpaleolíticoCedida

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