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Medio natural

Los pescadores catalanes retiran 70.000 litros de basura del litoral durante el 2022

El 62% de los residuos son bolsas, botellas, cañas e hilos de pescar, envases de plástico o toallitas

Un pescador mostrando algunos de los desechos recogidos en su embarcación.

Los pescadores catalanes retiran 70.000 litros de basura del litoral durante el 2022ACN

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Unas 600 embarcaciones de las cofradías de pescadores de Tarragona, Barcelona y Girona retiraron del mar más de 70.000 litros de basura con los cuales llenaron 11 camiones cisterna durante el 2022. Los datos se han extraído de la aplicación móvil Pesca Neta, desde donde los pescadores registran la basura que sacan del mar. Del total de residuos recuperados, un 62% son bolsas, botellas, cañas, hilos de pescar, envases de plástico, toallitas y mascarillas de un solo uso. La retirada la llevan a cabo tanto las embarcaciones de pesca de arrastre como las de artes menores, que representan un 79% de la flota pesquera activa de Cataluña con más de 1.200 pescadores y marineros. El departamento de Acció Climàtica ha destinado un millón de euros.

Toallitas y plásticos. Eso es lo que más se encuentran los pescadores en sus redes cuando salen a pescar. Hace años que hacen esta tarea de recoger basura que queda atrapada pero desde hace tiempo el programa Pesca Neta busca reconocer lo que hacen y visibilizarlo. Durante el 2022, en el marco de esta iniciativa, se recogieron 70.000 litros de basura con la que llenaron 11 camiones cisterna. «Es una burrada lo que se ha llegado a recoger y eso sólo con la actividad pesquera porque hace falta tener en cuenta que los pescadores no hacen de basureros del mar sino que van a pescar y lo que querrían es que algún día esta iniciativa no fuera necesaria», asegura la subdirectora de Pesca, Itziar Segarra.

Se trata de una acción colectiva mediante la cual las cofradías de pescadores catalanas, coordinadas por las federaciones territoriales de cofradías de pescadores y la Federación Nacional Catalana de Cofradías de Pescadores, han organizado un sistema de recogida de basura marina cuando los pescadores se encuentran en la maniobra de pesca. «Cada vez va a más. De hecho, pescamos más toallitas que pescado», explica resignado Francisco Martín, un pescador de artes menores de Blanes.

El proyecto incorpora embarcaciones de todas las modalidades de pesca y permite hacer visible el papel del pescador en la lucha contra el plástico en el mar.

Para consolidar este sistema de recogida de desperdicios marinos, el Departament d'Acció Climàtica i Alimentació destina a esta iniciativa un millón de euros cada año, que se reparte entre las federaciones de cofradías de pescadores catalanas que participan. Este 2023, la concesión de esta ayuda se ha aprobado este mes de enero. Se trata de ayudas cofinanciadas en un 75% por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP).

El programa permite, además de retirar desperdicios marinos, contribuir a la recuperación del medio marino, compensar el sector pesquero por la dedicación a estas iniciativas, evaluar la incidencia que tiene el factor humano sobre la contaminación de los mares, concienciar a los pescadores y la ciudadanía de la importancia de mejorar la gestión de los residuos que se generan y aumentar y mejorar la imagen de los pescadores ante la sociedad en general.

Unas 1.600 horas de trabajo

La tarea, sin embargo, es pesada e implica mucha dedicación porque los pescadores la compaginan con su actividad habitual. El índice de esfuerzo de selección que se ha observado en los datos del 2022 indica que los pescadores han dedicado un total de 1.600 horas a la retirada de desperdicios marinos del litoral catalán durante su jornada de pesca. De todos los participantes, la federación territorial de Cofradías de Pescadores de Barcelona es la que más tarda en seleccionar los desperdicios marinos que ha pescado.

Además, se ha observado que la flota de artes menores de esta zona es también la que más tarda en escoger por volumen de desperdicios. El motivo principal es la concentración de toallitas en esta zona.

Estos datos coinciden con otros estudios que constatan que las zonas más pobladas son las que acumulan más plásticos en los fondos marinos, a causa, a menudo, de una combinación de exceso de población y una falta en la eficiencia de la gestión de los residuos.

Por territorios, en Girona, en cambio, las 190 embarcaciones que participaron dedicaron 650 horas de su jornada. En Tarragona, participaron 41 embarcaciones y les supuso 150 horas de trabajo. Finalmente, en Barcelona fueron 44 embarcaciones, que necesitaron 790 horas de su jornada de pesca para retirar y escoger los desperdicios encontrados. «Nos supone mucho trabajo. Hay fines de semana que en lugar de salir a pasear, tenemos que ponernos a limpiar red», explica Martín.

Aparte de latas, botellas, bidones de pintura, envases de diferentes tipos y toallitas higiénicas, los pescadores han sacado del mar objetos muy diversos.

Juguetes o aspersores

Entre los hallazgos más extraordinarios destacan aspersores de grandes dimensiones, juguetes diversos, neumáticos y tiestos de todas los tamaños. Pero también ha encontrado bicicletas, lavadoras o bidones de pintura.

En la costa gerundense, los pescadores han podido comprobar que el origen de la mayoría de envases proviene del Mediterráneo (Francia, Italia, Marruecos) y se encuentran entre los 60 y los 220 metros de profundidad. Los pescadores de esta zona del litoral afirman que cuando pescan más desperdicios marinos es en épocas de temporales o corrientes fuertes; es decir, durante los meses de otoño e invierno. Durante los meses de verano, en cambio, cogen menos cantidad.

En Barcelona, por el contrario, el pico más alto de desperdicios se sitúa entre los meses de agosto y septiembre, relacionado con la temporada de verano.

Un proyecto «consolidado»

Pesca Neta se impulsa año tras año, desde la Dirección General de Política marítima y Pesca sostenible, en el marco de la Estrategia marítima de Cataluña, que da apoyo al papel de los pescadores, con la finalidad de proteger y cuidar los ecosistemas marinos en el marco de actividades pesqueras sostenibles.

Desde el Departamento, destacan la «consolidación» de la iniciativa gracias a la difusión que se hace desde las federaciones. En este sentido, remarcan que se ha hecho una importante campaña de publicidad en la prensa escrita, la radio, web y redes sociales, además de merchadising y la emisión de un anuncio en televisión.

Eso, aseguran, hace que el proyecto sea «visible» por todo el territorio y «fomente» la concienciación social de la problemática. Además, también promueve una «mejor» imagen del pescador como «protector y cuidar del medio donde trabaja».

A modo de ejemplo, en Tarragona, se han repartido entre todas las cofradías bolsas reutilizables hechas de plástico reciclado para evitar el consumo de bolsas de un solo uso. Estas bolsas llevaban el lema del proyecto, «Pesca Neta hacia un mar azul».

«Es muy importante la sensibilización del ciudadano, que sea consciente de que cada gesto que hacemos en nuestra vida cotidiana, por error o por lo que sea, acaba en el mar. Por eso hay que ir a la prevención, a intentar reducir el uso del plástico», remarca la coordinadora del proyecto en las comarcas gerundenses, Estefania Minuto.

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