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Acció Climàtica invierte más de 1,7 MEUR en la gestión forestal del Camp de Tarragona

El plan apuesta por el tratamiento de masa combustible y mantenimiento de los puntos de agua y caminos por hacer frente a los incendios

Anna Sanitjas con Àngel Xifré y Carles Miranda explicando el plan de prevención de incendios.

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El Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural ha invertido 1.775.038 euros en la gestión forestal de los macizos del Camp de Tarragona para hacer frente a los incendios. Casi la mitad del presupuesto, incluido en el Plan de prevención de incendios 2022-2025, es para el mantenimiento de los caminos ubicados en los Perímetros de Protección Prioritaria de las Montañas de Prades, Ancosa-Montagut, Tivissa-Vandellòs y el Montmell. El resto se destina a la red de puntos de agua y tratamiento de masa combustible.

Según la directora general de ecosistemas forestales, Anna Sanitjas, la perspectiva de riesgo de incendio este verano en Tarragona es «bastante mala» y ha insistido en la importancia de preparar los bosques ante la emergencia climática.

Una de las zonas donde se llevarán a cabo acciones de gestión forestal es el entorno del Pont del Diable, donde el año pasado ya se realizaron trabajos de prevención. En este espacio se llevarán a cabo la mejora de las infraestructuras estratégicas para rebajar la carga vegetal de combustible. De esta manera, se provee de una zona para poder trabajar con seguridad en caso de un incendio. La parcela, que es pública, permitirá tener un espacio de protección preferente del sector territorial de las Tierras del Francolí y del Bajo Gaià y se incluye dentro de la Anilla Verde de Tarragona.

Más de 25.000 hectáreas incluidas

El Camp de Tarragona tiene seis Perímetros de Protección Prioritaria (PPP), concretamente en las Montañas de Prades-Bosque de Poblet, Tivissa-Vandellòs-Llaberia-Pradell, Priorat-Serra de Montsant, Ancosa-Montagut, el Montmell y Francolí-Baix Gaià. El plan de prevención de incendios cubre un área de 25.190 hectáreas con una influencia sobre 27 municipios de tres comarcas diferentes. A través de este documento, se trabajará en las áreas identificadas como «estratégicas», que tienen como objetivo final rebajar el volumen de materia vegetal combustible en caso de un incendio. Se trata de zonas donde los efectivos de extinción tienen oportunidades de actuación para parar el potencial de propagación de un fuego o cambiar el comportamiento.

Sobre la red de puntos de agua del Camp de Tarragona, según el jefe de sección de bosques de Acció Climàtica, Carles Miranda, existe un déficit que ahora, se recoge en el plan de prevención de incendios. Así, está planificada la construcción de ocho nuevos puntos de agua en el territorio y el mantenimiento del resto de elementos.

La emergencia climática pone «contra las cuerdas» los bosques tarraconenses

Entre otros propósitos, el documento que se aplicará durante los próximos cuatro años en el país busca reducir los incendios de sexta generación. El cambio climático, sumado a una gran masa forestal y el abandono rural pueden provocar lo que se conoce como «tormentas de fuego». Se trata de fenómenos que modifican las condiciones atmosféricas del entorno y condicionan el comportamiento de un incendio, haciéndolo más virulento y peligroso tanto para los bosques como para las personas.

Según la directora general de ecosistemas forestales, Anna Sanitjas, la emergencia climática y los fenómenos climatológicos cada vez más intensos ponen «contra las cuerdas» los bosques tarraconenses. En este sentido, el plan del Gobierno también incluye un reforzamiento de las Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF) del territorio para actualizar equipamientos, así como el Grupo Especial de Prevención de Incendios Forestales (GEPIF), que se ocuparán de tareas de vigilancia a lo largo del verano.

La perspectiva de riesgo de incendio este verano en el Camp de Tarragona es «bastante mala», tal como ha asegurado Sanitjas. Concretamente, las zonas norte y continental presentan peores expectativas después de acumular más vegetación entre el 2020 y 2021. La campaña general en toda Cataluña también es «complicada» después de dos años de sequía.

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