Diari Més

«Hemos aprendido de la experiencia del año pasado, el inicio de curso ha sido más fácil»

Los estudiantes vuelven a la escuela y agradecen encontrarse con otros grupos en el patio con la mascarilla puesta, una de las novedades de este año

La Escuela Elisabeth de Salou ha optado para mantener el sistema de entradas y salidas de los alumnos que se implantó el año pasado.

«Hemos aprendido de la experiencia del año pasado, el inicio de curso ha sido más fácil»Gerard Martí

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«Lo más destacable es que hemos aprendido mucho de la experiencia del inicio de curso del primer año de pandemia y este año ha sido todo mucho más fácil». Este era el balance general que Enric Masià, director de la Escuela Elisabeth de Salou, hacía ayer, primer día de retorno a las aulas.

Los centros escolares volvían ayer a abrir las puertas. Lo hacían siguiendo el grueso|grosor de medidas contra la covid del curso pasado, como los grupos burbuja y el uso de la mascarilla a partir de los seis años. A pesar de eso, el nuevo protocolo de este curso permite la interacción entre varios grupos del mismo nivel con mascarilla y los niños de un mismo grupo no lo tienen que llevar al patio.

«Agradecen mucho poder ver a los compañeros del mismo nivel, aunque sea con la mascarilla puesta. A las horas del patio tenemos un par o tres de personas que vigilan si los alumnos llevan la mascarilla», añade Masià, quien reconoce, sin embargo, haber notado «cierto relajamiento genérico» con respecto al uso de este elemento.

El nuevo curso escolar permite el acceso de las familias a los centros, otra de las novedades de este curso. A pesar de eso, la Escuela Elisabeth de Salou ha optado por mantener las entradas escalonadas de los alumnos, tal como ya se hizo el año pasado, y que los padres se mantengan fuera del recinto escolar, a excepción de los progenitores de los alumnos de hogar infantil y de P3. Las dimensiones del centro educativo peråmet que disfrute de cuatro puertas y que, por lo tanto, las entradas sean en horarios diferentes. Esta nueva forma de entrar y salir de la escuela, implantada el año pasado, permite ordenar mejor el circuito de alumnos de un centro que tiene estudiantes que van desde el jardín de infancia hasta el Bachillerato. «Tenemos cuatro puertas y cada puerta tiene hasta tres horarios diferentes de entrada y salida. Los padres dejan a los alumnos en la puerta y los recogen a los profesores. Durante la salida, estos acompañan a los estudiantes hasta la puerta», destaca al director de la Escuela Elisabeth. De hecho, esta es una de las medidas que se han implantado a raíz de la pandemia que podría haber llegado para quedarse. Reconoce, sin embargo, que se tienen que mejorar algunos aspectos: «Ahora tendremos que conciliar las entradas y salidas de los hermanos que estudian a la escuela».

«Creo que, entre las medidas que se podrían mantener, es esta de las entradas y salidas escalonadas porque permiten millar la seguridad del tráfico. También nos ha gustado mucho la ventilación de las aulas, consideramos que es muy importante. Disfrutamos de un clima que nos permite tener puertas y ventanas abiertas siempre que no sea en los meses de más frío. Ventilar las aulas no es una costumbre que tuviéramos antes y podría estar bien continuarlo cuando finalice la pandemia», destaca Masià.

El uso de la mascarilla es una de las medidas que peor han encajado los profesores, sobre todo de las etapas infantiles en que los alumnos aprenden a leer. «Resulta difícil impartir la clase si el profesor no puede ver los labiosa los niños cuando leen. Nos estamos planteando dar algunas clases, como las de lectura, en el exterior» dice el director del centro salouense. Y es que, aunque en algunos momentos se había abierto la posibilidad de retirar el uso de la mascarilla en algunos centros de Cataluña si la pandemia lo permitía, hoy por hoy este elemento es obligatorio a partir de los seis años en todos.

En cualquier caso, Enric Masià hacía ayer un balance muy positivo del primer día de clase. Destacaba la asistencia de prácticamente todos los alumnos, «excepto un par de casos en que los alumnos están confinados por un positivo en la familia», decía.

Una de las novedades de este curso 2021-2022 es que los alumnos que tengan la pauta completa de vacunación no tendrán que confinarse en caso de caso positivo en el aula. En este sentido, Masià subrayaba el gran número de alumnos en edades de secundaria del centro que ya se han vacunado. «Los grandes vienen muy concienciados y los hemos visto muy mentalizados en este sentido», decía.

El comedor, como el 2019

Desde la Escuela Elisabeth de Salou señalaban ayer el alto número de alumnos que se han apuntado al comedor escolar como uno de los indicadores que las familias desean devolver a la normalidad y que ven los colegios como entornos seguros. «Estamos a niveles de 2019 con respecto a alumnos que se quedan a comer en la escuela y eso es un buen síntoma», decía ayer Masià.

Por otra parte, en el ámbito de toda Cataluña, el consejero|conseller de Educación de la Generalitat de Catalunya, Josep Gonzàlez-Cambray, destacaba ayer que el curso escolar ha empezado con «normalidad y garantizando la presencialidad» en los centros. El titular del departamento explicó que habían podido abrir los 5.470 centros por toda Cataluña en un año con «menos alumnado y más profesores». Cambray también señaló que este año se trabajará con la mirada puesta en el estado «emocional» del alumnado a consecuencia de la pandemia de la covid-19.

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