Durante la homilía, con un párrafo en lengua castellana, el abad de Poblet ha recordado la apertura de una investigación eclesiástica y la voluntad de colaborar con la justicia para «aclarar los hechos y depurar las responsabilidades que se pudieran derivar». «La verdad al final saldrá a la luz y es eso lo que nos interesa a tos, eso es lo verdaderamente importante. Hasta entonces todo serán sombras, dudas, especulaciones más o menos malintencionadas o bienintencionadas,» ha remarcado. También ha reiterado la voluntad de «luchar contra todo tipo de abusos en la Iglesia», tomando «medidas de prevención» para que Poblet sea «un lugar seguro para todo el mundo».
En la declaración judicial jueves pasado, el monje de Poblet investigado se habría declarado culpable «de un solo tocamiento» a la niña, según adelantó la ACN. Quedó con libertad con cargos después de declarar. El juez, sin embargo, le impuso la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado y una orden de alejamiento de la víctima, además de retirarle el pasaporte. Por su parte, el abad de Poblet ha prohibido cautelarmente al fraile de ejercer sus derechos capitulares, hacer cualquier actividad pastoral y abandonar la clausura.
Los hechos se produjeron el 15 de agosto después de la misa en el interior de la iglesia. El caso se habría iniciado a raíz de una fotografía hecha por un turista alemán, que vio al hombre jugando con la niña de una manera que no habría considerado apropiada. En la fotografía se apreciarían indicios del tocamiento, según fuentes de la misma comunidad monástica.