Los regantes de Riudecanyes podrán coger hasta septiembre más del doble de agua del pantano de Siurana que el año pasado

El ACA establece el volumen de agua aprobado a partir de diferentes cálculos basados en el consumo de años anteriores de la CRPR y de la cantidad de agua que hay a los dos pantanos, pero también de las demandas de los regantes, entre otros factores. Así, el 31 de marzo de este año había 10,63 hm3 embalsados en Siurana, de los cuales 0,8 hm3 el ACA considera que son 'intocables' para garantizar el consumo a municipios del Priorat o a los regantes de la zona de Cornudella. El resto, 9,83 hm3, serían el «volumen máximo transferible a Riudecanyes», de los cuales el organismo ha otorgado 6,6 hm3. Parte del traspaso de agua se ha efectuado en los últimos días.

Esta es la cantidad mayor que el ACA ha autorizado a la Comunidad de Regantes del Pantano de Riudecanyes para el periodo entre abril y septiembre desde el año 2015, según se desprende de los informes publicados. Así, el año pasado fue de 2,5 hm3; el 2019 fueron 3,21 hm3; 1,79 hm3 en el 2018; 4,34 hm3 el 2017 y 5,74 hm3 en el 2016. El máximo de los últimos ocho años fue el 2015, con un caudal máximo autorizado de 9,46 hm3.

Con todo, estos volúmenes son los máximos que la CRPR puede captar del pantano de Siurana, pero en los últimos veranos no se han cogido completamente. Al menos eso es lo que se apunta en los informes de la comisión de desembalse. A modo de ejemplo, si el año pasado se aprobó un trasvase de 2,5 hm3, según la CRPR se acabaron transfiriendo 0,478 hm3. Con respecto al 2019, de los 3,21 hm3 autorizados se movieron 2,54 hm3.

Agua no sólo para regadío

El agua extraída del Priorat sirve para usos agrarios, de abastecimiento e incluso industriales. En este punto, diferentes entidades ecologistas del territorio han denunciado reiteradamente presuntos incumplimientos de la Comunidad de Regantes del Pantano de Riudecanyes y de algunos municipios del Baix Camp, que cogerían agua sin tener ninguna concesión.

Santi Borràs, miembro del Gepec, afirma que Reus, Riudoms, Riudecanyes, Vila-seca y Salou tienen una concesión administrativa otorgada. «Aparte, sabemos que por diferentes motivos también cogen Duesaigües, Botarell, Castellvell y la Selva del Camp», asegura. Entre abril y septiembre del 2020, del pantano de Riudecanyes salieron 4,2 hm3 que se destinaron a riego y 1,02 hm3 a abastecimiento.

Con respecto a los usos industriales, Borràs afirma que son «ilegales». Sin embargo, en la documentación de la comisión se especifica que una parte del agua que se desembalsa de Riudecanyes va a parar a industrias. El verano pasado, concretamente, fueron 15.000.000 de litros (0,015 hm3). Unos datos que, tal como especifica el organismo público en los informes, están facilitadas por la comunidad de regantes y no están «validadas» por el ACA. El verano del 2019 esta cifra fue prácticamente del triple. Además, fue la primera vez que en los informes se admitió que había agua de Riudecanyes que se destinaba a la industria.