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El sector turístico de Tarragona se aferra a la vacuna para revivir a lo largo del 2021

Los empresarios de la demarcación confían en que de cara al verano puedan llegar clientes internacionales

Plano general de la fachada y la piscina de un hotel de Calafell.

hotel de Calafell, turismo, pernoctacionesACN

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El sector turístico de la demarcación de Tarragona confía en la campaña de vacunación contra la covid-19 para recuperarse de la sacudida del 2020. Los empresarios tienen claro que sin un descenso de los contagios no podrá haber turismo durante este año y esperan que a partir del segundo semestre puedan volver los clientes internacionales. El portavoz de la Federació Empresarial d'Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT), Xavier Guardià, explica aACN que están «preocupados» por el escenario que se avista para el 2021. Además, apunta que para poder trabajar hará falta que el grueso de personas vacunadas, tanto aquí como en los países de origen de los turistas, sea el mayor posible para garantizar la seguridad.

Guardià afirma que tienen el foco puesto en dos sitios. Primero, en el mercado local -Tarragona, Cataluña y el Estado- y, después, en el internacional, especialmente en países como Francia, Alemania, el Reino Unido o Rusia. «Para nuestro sector es tan terrible que estemos mal nosotros como que lo estén ellos», indica. Por eso, reconoce, lo fían «todo» en la vacuna.

En su opinión, es importante que los destinos turísticos puedan demostrar el grado de seguridad que tuvieron el verano del año pasado, con poca incidencia del coronavirus. Por eso, considera que «sobre todo tenemos que estar vacunados aquí porque es importante poder decir que nuestro destino turístico es seguro». La incertidumbre y el temor de los clientes hace que, igual que en el 2020, el 2021 vuelva a ser un año de ir de vacaciones a sitios conocidos.

El portavoz de la FEHT recuerda que el impacto de la covid-19 ha hecho que haya establecimientos, como hoteles o restaurantes, que no hayan podido trabajar desde hace quince meses. «Hay que están cerrados desde octubre del 2019, que fue cuando acabó la temporada», especifica.

A pesar de ello, el primer objetivo será poder abrir por Semana Santa. Guardià valora que es una época en la que predomina el turismo de proximidad, con lo que el levantamiento de las restricciones de movilidad serán esenciales. Pero todas las miradas, subraya, están puestas en el verano. «El grueso lo esperamos para el segundo semestre. Ya veremos cómo va. De momento no hay reservas, pero tenemos la sensación de que hay interés. La gente está cansada de los confinamientos y tiene ganas de poder irse de vacaciones», señala.

A nivel empresarial, de momento el sector no puede hacer otra cosa que esperar que la pandemia evolucione favorablemente y se puedan mejorar las cifras del año pasado. A falta de tener los datos totalmente analizados, la FEHT hizo un primer balance en septiembre del año pasado que hablaba de una bajada de turistas del 70% en toda la demarcación y de una caída de la facturación de 4.500 MEUR respecto el 2018. De momento, el Estado ha asegurado la prórroga de los ERTEhasta el 31 de mayo. Una prolongación que también beneficiará a los campings. Guardià añade que también han pedido medidas fiscales que permitan disminuir los gastos de las empresas. Las propuestas que han hecho pasarían por una rebaja del IVA turístico u otras reducciones de impuestos, tanto a nivel municipal, de la Generalitat y del gobierno español.

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