El trabajo de la URV se complementará con el que hará el Laboratorio del Centro de Medio Ambiente (LCMA) de la UPC, que diseñará, construirá y desplegará un programa de control continuado de episodios a través de una red de sensores en continuo, que registrarán los Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) en cinco puntos del área urbana de la localidad. Este programa permitirá realizar un control químico en episodios de olores durante los próximos años.
«Nuestro objetivo es continuar con el trabajo hecho por los estudios realizados en los últimos años y, al mismo tiempo, ampliarla ya que el objetivo final es alcanzar un gran conocimiento de qué calidad tiene el aire que respiremos», ha indicado la concejala de Medio Ambiente, Rosa Maria Sánchez. De hecho, con las medidas y análisis que llevarán a cabo los dos centros universitarios, «las posibles afectaciones a la salud se podrán valorar de forma mucho más concreta que hasta ahora», ha remarcado.
De momento, el Morell es el único municipio que impulsa nuevos estudios sobre la calidad del aire en el Campo de Tarragona. El primero lo hicieron en el 2013 conjuntamente con Constantí, Perafort y Vilallonga del Camp. Elo que ahora se pone en marcha, de la mano de la URV y la UPC, será el quinto.