Según el relato del sindicato, todo empezó cuando el interno prendió fuego al colchón de la celda «con la excusa que no tenía tabaco», aunque en el cacheo posterior se le encontró un paquete escondido. Después, añade la misma fuente, desobedeció las órdenes de los funcionarios, de la jefa de unidad y del jefe de servicios y respondió «con extrema violencia, tanto física como verbal» aduciendo que necesitaba más medicación y que no se la proporcionaban.
Ante esta situación el equipo de intervención entró en la celda «para intentar salvaguardarle la vida», momento en que el reo «arremete violentamente» contra uno de los trabajadores y le clava el arma «repetidamente en el hombro, muy cerca del cuello que afortunadamente protege el chaleco».
Al meu país Andorra, quan això passa, al funcionari (aquí son agents), el fan sots oficial.
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