Diari Més

Explosión IQOXE

IQOXE se defiende de las acusaciones de la jueza y afirma que los Mossos hacen «juicios de valor»

En un escrito de alegaciones la compañía cuestiona a los trabajadores que declararon

Estado en que quedó la planta de IQOXE afectada por la explosión del 14 de enero.

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IQOXE ha presentado alegaciones al auto del juzgado de instrucción número 1 de Tarragona del 12 de junio en que se investigaban dos de los principales responsables de la compañía. En el escrito, firmado el 2 de noviembre, la firma niega que haya seguido una «cultura de aumento de producción y reducción de costes» y que eso pueda haber afectado a la seguridad, tal como sostiene el auto de la magistrada. IQOXE argumenta que los últimos años había reducido la producción e invertido casi 64 MEUR en las instalaciones. Además, asegura que «las conclusiones provisionalísimas» a las cuales llegó el juzgado se basan en testimonios de trabajadores que «no conocen aspectos técnicos y económicos» y en informes de los Mossos d'Esquadra llenos de «juicios de valor».
En el auto del 12 de junio, redactado todavía bajo el secreto de sumario y recogido en parte en el escrito de alegaciones, se explica que «la compañía implantó una política empresarial de aumento de la producción y reducción de costes, que habría tenido como consecuencia un mantenimiento deficiente de las instalaciones, así como el ejercicio de la actividad sin las condiciones de seguridad laboral e industrial exigibles en IQOXE». «Todo, con el efecto de dotar a la plantilla de un insuficiente número de trabajadores para realizar el proceso productivo con los requisitos de seguridad adecuados», se añade.

El escrito de alegaciones presentado por IQOXE el 2 de noviembre se centra únicamente en rebatir las acusaciones referentes a la «cultura del aumento de producción y reducción de costes», pero el representante legal de la empresa advierte que presentará más sobre otros aspectos de la imputación, que forma parte de la pieza principal de la causa.

Contra los trabajadores y la jueza

El texto carga contra la instrucción efectuada por la magistrada hasta ahora e indica que «la imputación es totalmente contraria a la realidad objetiva». «Un procedimiento judicial que intenta averiguar cuál ha sido la política de la compañía no se puede limitar a realizar inducciones derivadas de la prueba personal», afirma al procurador que defiende IQOXE. Y añade que los trabajadores, los extrabajadores y los Mossos no conocen «los aspectos técnicos ni económicos de la compañía, ni pueden dar fe del cumplimiento o incumplimiento normativo». También se expone que los empleados que declararon tienen «una visión muy concreta y parcial de la realidad», además de «sufrir una fuerte carga emocional» como consecuencia de la explosión.

Con todo, la firma sostiene que desde que CL Grupo Industrial adquirió la empresa en el 2014 ni se ha incrementado la producción ni se han reducido los costes. Y que, en caso de que lo hubieran hecho, «una política de incremento de producción en una compañía mercantil industrial no es censurable». Además, el escrito recuerda que el juzgado tiene todos los datos sobre la producción y la contabilidad «desde el primer día», cuando se hizo una entrada y registro en las oficinas de IQOXE en la Canonja (Tarragonès) y en las de Plastiverd, en el Prat de Llobregat (Baix Llobregat).

Por lo quehace a la reducción de costes, la empresa reitera la desacreditación de los testigos y de los informes de los Mossos d'Esquadra, y remarca que entre el 2014 y el 2019 se invirtieron casi 64 MEUR en «nuevos equipos y reposición», con la «mejor tecnología disponible» tanto con respecto a la «producción como la seguridad». «Constatar que la planta siniestrada, la U-3100, era nueva; sólo operaba desde hacía dos años, razón por la cual no resulta posible atribuir el accidente a un mantenimiento deficiente,» se indica en el escrito. También se añade que un mes antes de la explosión pasó «una exhaustiva revisión de seguridad por parte de la administración» -en concreto, del Departamentd'Empresa de la Generalitat- que concluyó que no había «ningún defecto».

Finalmente, en el texto se descarta que hubiera falta de trabajadores y se presenta la relación de operarios que estuvieron trabajando en la planta accidentada el día del siniestro. Un total de ocho personas cuando , según IQOXE el convenio establecía que en la planta de derivados tenía que haber cinco personas. Para la firma, los empleados tampoco sufrían «presión» en el trabajo. Unos extremos que se contraponen con declaraciones públicas que han hecho trabajadores y extrabajadores en los últimos meses.

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