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Energía

Alud de solicitudes para implantar parques solares en terrenos agrícolas en Tarragona

Los promotores ofrecen entre 1.000 y 1.700 euros por hectárea y año para arrendar las tierras durante tres décadas

Algunas placas solares del parque de Flix con alguna aerogeneradores de un parque eólico en el fondo.

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El decreto de impulso a las energías renovables aprobado a final de año se ha traducido en un alud de solicitudes para implantar parques solares en terrenos agrícolas, especialmente en las Terres de l'Ebre, la Cataluña Central y el Campde Tarragona. Según ha podido comprobarACN, los promotores ofrecen entre 1.000 y 1.700 euros por hectárea y año para arrendar las tierras durante tres décadas -mucho más de los 200 euros que paga un campesino. El fenómeno abre debate al territorio entre los que ven las placas como una oportunidad de recibir ingresos garantizados y los que consideran que el modelo compromete el futuro de la agricultura y del entorno rural. Sólo en la Ribera d'Ebre, proyectan parques en 2.000 hectáreas, muchas de ellas quemadas hace un año.

El decreto de medidas urgentes para la emergencia climática y el impulso a las energías renovables, ya convalidado por el Parlament, ha desatado el interés por las instalaciones fotovoltaicas. La nueva regulación acorta la tramitación de los parques hasta un máximo de trece meses y amplía la posibilidad de instalar plantas sobre suelo no urbanizable más allá de terrenos industriales o edificaciones agrícolas. Eso sí, siempre fuera de zonas protegidas.

Con avales económicos millonarios aportados por fondos de inversión españoles y extranjeros -entre los cuales hay de origen chino, norteamericano o alemán- las empresas promotoras negocian directamente las condiciones del alquiler con los propietarios de las fincas, básicamente agrícolas. El requisito es que haya disponibilidad de líneas de evacuación hacia las subestaciones eléctricas. De momento, a pesar de las intensas negociaciones, todavía no hay ningún proyecto iniciado.

Placas en tierras quemadas por el incendio de la Ribera d'Ebre

«Es ungranboom », admite aACN Jordi Vidal, gerente de la promotora tarraconense Sun Systems. Esta empresa aspira a desarrollar instalaciones que producirían de la orden de unos 1,5 gigavatios (GW) sólo a la demarcación. De momento, ya ha cerrado acuerdos con más de un centenar de propietarios, especialmente enla Ribera d'Ebrey en el sur de las Garrigues. En municipios como Flix, la Torre de l'Espanyol, Vinebre, Riba-roja, Ascó, Bovera o la Granadella prevé generar unos 800 megavatios (MW) con placas solares repartidas en más de 2.000 hectáreas de suelo rústico.

Algunas de estas fincas quedaron arrasadas por el incendio de hace un año, que quemó poco más de 5.000 hectáreas. «Muchos afectados nos llaman sin cesar. Lo han perdido todo yen eso ven una oportunidad. Gana todo el mundo: el planeta, los inversores, los propietarios y los ayuntamientos, a quienes pagamos el ICIO y el IBI. Además, generamos muchos puestos de trabajo», subraya Vidal.

Mientras tanto, los alcaldes reclaman consenso territorial para desplegar el nuevo modelo de renovables. El alcalde de la Torre de l'Espanyol, Joan Juncà, reivindica un modelo de desarrollo rural frente el negocio de las grandes empresas eléctricas en un territorio que ya acoge numerosos parques eólicos y las únicas nucleares del país, y que sufre el embate de la despoblación. «Volvemos a ir sin consenso y, en algunos territorio, al ancho»,se queja Juncà, quien también alerta de que se encuentran proyectos «sin que hayan hecho ni una consulta previa al municipio».

En Flix, el consistorio se refleja en el acuerdo que permitió poner en marcha en el municipio el mayor parque solar del país a finales del 2007. Según el alcalde, Francesc Barbero, la energía solar «es una salida más» que hace falta «racionalizar y consensuar» con los ayuntamientos y los propietarios. «No puede ser que sea unsálvese quien pueda, que es la sensación que tienes que acabará siendo», avisa Barbero. En la Ribera les pagarán 1.000 euros por hectárea y año -sujetos a las variaciones del IPC-, pero tendrán la propiedad hipotecada durante 30 años -prorrogables hasta 40. «Nos vendemos muy barato en comparación con el beneficio de estas empresas», opina Juncà.

El decreto de renovables impulsado por el Gobierno se ha aprobado en paralelo a la tramitación de la Ley de transición energética de Cataluña, que plantea un modelo basado en las energías renovables para el año 2050. En el caso de la energía fotovoltaica, se prevé que Cataluña pase de una potencia actual de 300 MW a una de 12.000 MW dentro de 30 años -40 veces más. Con respecto a la eólica, la producción será mayor y la previsión se pasar de los actuales 1.200 MW a los 36.000 MW.

Antes de poner en marcha la tramitación, sin embargo, la ponencia de energías renovables es el órgano colegiado del Gobierno encargado de analizar la viabilidad del emplazamiento de anteproyectos de las plantas y de evaluar el impacto ambiental. Si da el visto bueno, se preguntará a los municipios si quieren acoger las centrales, según apuntó enfebrero el delegado en las Terres de l'Ebre, Xavier Pallarès. En el caso de las instalaciones fotovoltaicas, los criterios definidos hasta el momento por el Departamentd'Agricultura y presentados ya enla ponencia priorizan la implantación en suelos con poco o nada valor agrícola con el fin de reducir al máximo el impacto sobre la producción agraria.

Presión en la Conca de Barberà, el Alt Camp y el Tarragonès

En el interior del Campde Tarragona hay un especial interés por instalar parques en la Conca de Barberà, una comarca con mucha implantación de eólica, pero todavía virgen en energía solar fotovoltaica. Por eso, muchos municipios recelan de la llegada de más compañías energéticas. Sólo entre Montblanc y l'Espluga de Francolí el alcance de propuestas sube a casi 5.000 hectáreas. No hay nada en firme oficialmente, pero los ayuntamientos aseguran recibir «presiones» por parte de múltiples empresas interesadas.

«Aquí en la Conca es brutal», constata el alcalde de Montblanc, Josep Andreu. Empresas como Circle Energy, Holaluz, Aitc Empreses, Ignis Energia o Teula Sistemas se han interesado endesplegar parques fotovoltaicos de unas 400 hectáreas en Montblanc. «El problema es que está el decreto antes que la ley, no hay planificación previa y son las empresas las que deciden», añade el alcalde de l'Espluga de Francolí, Josep Maria Vidal. Los alcaldes lo han puesto en común en una reunión virtual esta misma semana. Quieren ir con pies de plomo y aconsejan a los vecinos que no se precipiten firmando contratos por el alquiler del suelo.

En este sentido, un particular de Figuerola del Camp, en la comarca vecina del Alt Camp, ya ha cerrado acuerdo con un grupo navarro sobre una finca de 50 hectáreas. El proyecto, bastante maduro, plantea un parque de 20 MW, con previsión de ampliar en los 50 MW. El Ayuntamiento, que también ha sido sondeado por otras fotovoltaicas, lo aprueba, pero con límites. De las 2.200 hectáreas totales del término, 100 hectáreas será el máximo permitido para producción energética. Justo en el pueblo de al lado, el Pla de Santa Maria, el Incasòl quiere instalar placas solares en un polígono de 300 hectáreas que evacuarían la energía a la subestación eléctrica de Puigpelat.

Sun Systems también trabaja para poder implantar proyectos en torno a esta subestación, y en las de Bonavista (Tarragona) y Constantí (Tarragonès). Los comerciales de la firma buscan terrenos en un radio de unos 20 kilómetros en torno a estos puntos. La empresa ya ha cerrado acuerdos con propietarios de Vallmoll, la Secuita y Perafort, entre otros, y quiere instalar placas en el sur de la refinería y el polígono petroquímico. También mira hacia Alcover, Valls o Bràfim, y hacia la Selva del Camp, Vandellòs y el prelitoral del Baix Camp. La región de Tarragona es una de las zonas donde la búsqueda de suelo es más intensa a estas alturas, con ofertas de 1.200 euros por hectárea y año. Recientemente también ha trascendido una iniciativa privada para implantar un parque solar de casi nueve hectáreas enl'Arboç (Baix Penedès).

En las comarcas de Lérida, aparte de Bovera y la Granadella, esta misma empresa de Tarragona también ha llegado a acuerdos con propietarios de l'Albi y Vinaixa (Les Garrigues). Y en el Segrià, también trabaja intensamente para instalar placas fotovoltaicas en zonas próximas a las subestaciones eléctricas de Maials, Albatàrrec y Granados (Lérida), donde se evacuaría toda la energía producida.

Preocupación y debate en la Cataluña Central

En la Cataluña Central también se ha notado unboom de inversores interesados en arrendar campos agrícolas para instalar placas solares. Las peticiones son para un plazo de 25 o 30 años, con unos precios que van de los 1.000 a los 1.700 euros por hectárea, cuando por término medio el precio que paga el campesino es de 200 euros.

«Hay mucha presión por parte de empresas energéticas. Están ofreciendo un dinero por hectárea con proyectos muy grandes y el principal problema es que muchas veces estas fincas están en manos de grandes propietarios que no son campesinos», lamenta alACN la coordinadora de Unió de Pagesos enla Cataluña Central, Rosa Calsina.

Eso, según asegura, plantea un grave problema ya que «muchos propietarios no tienen la sensibilidad de lo que supone aquel terreno. Estas empresas energéticas le pagan mucho más de lo que puede pagar un campesino y, para ellos, es muy goloso».

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