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La acusada de matar a una amiga a navajazos en el polígono de Reus se enfrenta a 18 años de cárcel por asesinato

El móvil del crimen es una deuda económica que la procesada había contraído con la víctima, según la fiscalía

Plano general calle Pelleters en el polígono Alba de Reus/Vila-seca donde se encontró el cadáver de la mujer.

La acusada de matar a una amiga a cuchilladas|navajazos en el polígono de Reus se enfrenta a 18 años de prisión por asesinatoACN

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La fiscalía pide 18 años de prisión para la mujer acusada matar a una amiga a navajazos en el polígono industrial Alba, entre los municipios de Reus y Vila-seca, el 2 de junio de2018. El fiscal la acusa de un delito de asesinato con alevosía y sostiene que el móvil del crimen es una deuda económica que la acusada había contraído con la amiga. El hecho de que la víctima llevara días insistiendo para que le devolviera el dinero desencadenó una discusión entre las dos, en cuyo transcurso la acusada le clavó una quincena de navajazos. La víctima murió en el interior de su coche, aparcado en el polígono, y no la localizaron hasta al cabo de unas horas. El caso se juzgará en los próximos meses en la Audiencia de Tarragona con un jurado popular.
Según relata el escrito de acusación del fiscal en que ha tenido acceso ACN, la acusada, a Encarnación P., vecina de Vila-seca de 58 años, y la víctima, Rosalia G., vecina del Morell de 60 años, mantenían una relación de amistad que duraba varios años. La relación se había forjado con motivo de las relaciones comerciales entre la empresa de grúas donde trabajaba la víctima y una gasolinera de Constantí donde trabajaba a la acusada –aunque llevaba medio año de baja.

La víctima acudía normalmente los sábados a comprar al supermercado de la gasolinera y aprovechaba para conversar con la amiga. Desde que la acusada se encontraba de baja laboral, sin embargo, no era extraño que se encontraran en Vila-seca los sábados por la mañana para compartir un café y charlar, un momento en que la víctima también aprovechaba para hacer compras en un centro comercial de jardinería del polígono Alba.

Según el ministerio fiscal, unos meses antes la acusada había contraído «una obligación económica de importe y origen no determinado», por lo cual la víctima «reclamaba con frecuencia a la acusada la devolución de alguna cantidad de dinero que previamente le había entregado». Las reclamaciones, apunta al fiscal, se «intensificaron» en mayo de 2018. La acusada respondía de que estaba recogiendo dinero y que el 2 de junio podría darle «unos mil y algo», por lo cual quedaron a las diez de la mañana en el establecimiento de jardinería.

El sábado 2 de junio, a las 9:25 horas, la acusada llegó al polígono industrial Alba en coche, aparcó y fue a pie hasta los alrededores del centro comercial, donde esperó a la amiga. La víctima llegó a las 10:05, también con su coche –unNissan Micra. Según la fiscalía, la acusada subió al vehículo de la víctima, en el asiento del acompañante, e iniciaron la marcha, empezando a circular por el polígono. Al cabo de poco rato la víctima paró el vehículo en la calle Pelleters, dejándolo bastante apartado de la acera.

A continuación, relata el ministerio público, la víctima y la acusada bajaron del vehículo, y mantuvieron una discusión en el transcurso de la cual la acusada, «con el ánimo de acabar con la vida de la víctima, o siendo al menos consciente que con su conducta podría hacerlo, le exhibió un arma blanca de una única hoja y acabada en punta». Por sorpresa, y disminuyendo sus capacidades de defensa, señala al fiscal, la acusada «desplegó un ataque» contra la amiga durante el cual le clavó el cuchillo en la cara, el cuell y las extremidades superiores e inferiores.

La víctima intentó huir

La víctima pudo librarse del ataque, andar unos pocos metros e introducirse malherida dentro del vehículo, pero al cabo de unos segundos la acusada introdujo parte de su cuerpo por la puerta del copiloto y le clavó una última vez con el arma blanca. En concreto, le asestó «el último golpe» cerca de una oreja, causándole heridas que afectaron la vena yugular y ramas de la carótida externa. La mujer murió desangrada. La autopsia contabilizó hasta catorce heridas, además de hematomas, heridas superficiales y excoriaciones.

Hacia las 10:19 horas, más un cuarto de hora después de que las amigas se hubieran encontrado, la acusada caminó a pie hasta su vehículo y abandonó el polígono. Un camionero que vio el vehículo de la víctima estacionado con los cuatro intermitentes dio el aviso que había un cadáver en el interior del turismo pasadas las once de la noche. La familia de la mujer ya había alertado a los cuerpos policiales porque la esperaban a la hora de comer y no se presentó.

La investigación de los Mossos d'Esquadra culminó tres días después del crimen con la detención de la acusada, que también presentaba hematomas y algún corte en la mano como consecuencia del ataque. El juzgado de instrucción número 4 de Reus decretó prisión provisional comunicada y sin fianza. Según la fiscalía, en el momento de los hechos la acusada no tenía las capacidades cognitivas ni volitivas afectadas.

El ministerio fiscal solicita una pena de 18 años de prisión para la acusada por un supuesto delito de asesinato con alevosía, y que no pueda acudir al Morell -donde residía la víctima- durante un periodo de 22 años. Además, la acusación pública reclama una indemnización de 75.000 euros para la hermana de la víctima, que estaba divorciada y no tenía hijos.

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