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Vecinos de siete pueblos de la Conca de Barberà hacen de escritores para pasar el confinamiento

La iniciativa de escribir un relato en varias manos capta más de un centenar de familias

Plano detalle de las manos de una madre y una niña, delante de un ordenador portátil, a punto de participar en la redacción de un relato colectivo hecho entre los habitantes del pueblo de Sarral.

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Los vecinos de siete pueblos de la Conca de Barberà hacen de escritores para pasar el confinamiento. Montblanc, les Piles, Santa Coloma de Queralt, Sarral, Pira, Vilaverd y l'Espluga de Francolí han decidido escribir un relato colectivo entre sus vecinos. La iniciativa surgió en Sarral. La organización planteó el inicio del argumento y, a partir de aquí, 30 familias sarralenses han ido tejiendo todo el hilo conductor. El texto ha pasado de casa en casa y cada núcleo familiar ha escrito un fragmento, a su estilo e imaginación. El resultado final es un cuento de género fantástico todavía sin título que, una vez editado, llegará a las 90 páginas. Aunque cada pueblo se lo ha montado a su manera, el Consell Comarcal quiere hacer una edición conjunta.

La Oficina Joven del Consell Comarcal de la Conca de Barberà se ha encargado de hacer el seguimiento de esta singular iniciativa, surgida en Sarral y que se ha ido extendiendo por varios pueblos. «Cada municipio, con su cuento, hará lo que quiera, ya sea editarlo o no, y nuestra voluntad sería hacer una edición conjunta con todos los relatos que se han hecho en la comarca», afirma Estel Bové, técnica de Joventut.

Sarral, a través de la asociación de fiestas, fue el primer pueblo que se decidió de impulsar un cuento colectivo para motivar la población y contrarrestar una agenda cultural desinflada por el coronavirus. «el objetivo de los 'relatos confinados' ha sido involucrar todo el pueblo, sobre todo a nivel familiar, y que fomentara la interacción entre mayores y pequeños», explica la concejala de Joventut de Sarral, Victòria Cañís.

La iniciativa rápidamente cuajó entre los vecinos, tanto de dentro como fuera villa. Con previa inscripción, se apuntaron una treintena de familias. El argumento del cuento parte de un grupo de niños que deciden emprender una huida y descubrir por qué todos los padres se han quedado profundamente dormidos. A partir de aquí, la historia ha ido dando tantos giros como manos por las cuales ha ido pasando.

La trama principal se ha ido enriqueciendo con nuevas historias y personajes. Los textos, de un mínimo de 20 líneas y un máximo de 100, tenían que incluir unas palabras clave, facilitadas desde la organización. Hay familias que también han querido aportar un dibujo para ilustrar su pedazito de relato. Se han recibido una docena. Una vez recopilados todos los textos, se revisa y se redondea el texto definitivo.

La organización se ha reservado el derecho de fijar el inicio y el desenlace del relato, así como también el título, que acaban de decidir. «La idea se ha querido exportar a los pueblos de la comarca para que no se encerrara en Sarral y nos gustaría que se extendiera más allá», añade a Victòria Cañís. Incluso no se descarta que el proyecto se acabe trasladando al formato vídeo, con la implicación, nuevamente, de la gente de Sarral.

El resto de pueblos se lo han adaptado a su manera. Así, en Montblanc se hace un concurso de relatos «sobre experiencias vitales del confinamiento». En Santa Coloma de Queralt también hay un proyecto diferente, con la implicación del campus extenso de la URV, mientras en l'Espluga de Francolí lo lidera la entidad del Casal, con doce familias participantes. Se calcula que unas cien familias han acabado participando de estas iniciativas.

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