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Palmas bendecidas del Priorat a todo el Estado

Un taller artesano de la Vilella Baixa intenta salvar el negocio con la venta online

El cura de la Vilella Baixa, bendecido las palmas

Palmas bendecidas del Priorat a todo el EstadoACN

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Un taller artesano del Priorat ofrece palmas y palmones bendecidas por Internet. Palmes Viaplana, de la Vilella Baixa, una empresa familiar con una historia de cuatro generaciones, tenía a punto 70.000 unidades trenzadas a mano para vender este año, que permanecen intactas en el taller. Todas quedarán para vender por la crisis del coronavirus. Delante de un año de trabajo perdido, la familia ha decidido apostarlo todo a Internet, una puerta que abrió tímidamente hace cinco años atrás y que ahora lo abren de par en par. Es su única salida para salvar el negocio. Venden palmas por todo el estado español con el plus añadido de estar bendecidas por el mosén del pueblo, ante la inquietud de muchos clientes por la suspensión del Domingo de Ramos.
«Trabajamos todo el año para este día; haciendo un símil con la agricultura, no solamente nos ha granizado antes de la cosecha, sino que se nos lo ha llevado todo; no podría haber pasado en peor momento, es difícil remontar eso», afirma Joan Vaqué, como portavoz de este negocio generacional. Todos sus clientes les han anulado los pedidos. Reconoce que las 70.000 palmas y palmas que tiene ahora en casa no tendrán ninguna salida. Incluso se plantea destruirlas para ahorrarse costes de mantenimiento. Pero confía vender, bajo pedido online, unas 5.000 palmas y palmas que justo servirían «para salvar los muebles».

Hay una buena muestra de expuestas a la página web de Palmes Viaplana, que se acaban haciendo totalmente al gusto del cliente. Más o menos engalanadas decoradas con un lazo o cargadas de golosinas artesanas de Ulldemolins. Son como trajes a medida. «Es la ventaja de tratar con el consumidor final, es como un retorno al origen de la artesanía, cuando la palma ya se había convertido en un producto de consumo más», destaca. Desde que se promocionaron por las redes que el ritmo de ventas se ha acelerado. Él y su hermano no dan al alcance. Reciben pedidos de todo el estado e incluso han atendido una petición desde Austria.

Este año, sin embargo, el objetivo no es hacer caja, sólo evitar que el negocio haga aguas. Habitualmente tienen dos perfiles de clientes muy definidos, lo que se mueve por creencia religiosa y lo que lo hace atraído por la pieza artesana. «Ahora hemos atraído gente que nunca nos había comprado una palma y que lo hace por solidaridad y también para colgar una palma en el balcón; de hecho, es un elemento que simboliza protección», apunta Vaqué. Además, sin el Domingo de Ramos, tampoco ya les marca ninguna fecha final de ventas y seguirán vendiendo más allá de este día. Lo quieren acompañar de una campaña -'empalmalda'- con sorteo de productos incluido.

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