Diari Més

Sociedad

Se disparan las peticiones para adoptar y acoger perros en algunas protectoras

Las entidades rechazan el ofrecimiento de personas que quieren acoger sólo durante el confinamiento

La Perla es una de las perras de la protectora SPAC

Se disparan las peticiones para adoptar y acoger perros en algunas protectorasACN

Publicado por

Creado:

Actualizado:

La crisis sanitaria de la covid-19 ha disparado las solicitudes de adopción y acogimiento de animales en protectoras como la SPAC de Torredembarra. «Es una locura, aunque la demanda ha bajado los últimos días», apunta a Myriam Esquís, una portavoz de la entidad. Como la protectora está cerrada, los trabajadores se ocupan de llevar los perros a domicilio. La entidad, sin embargo, descarta a aquellas personas que sólo se ofrecen a acoger un perro mientras dure el tiempo de confinamiento. Aunque se hace difícil saber si todo el mundo lo hace por solidaridad o si hay picaresca para tener la excusa de salir a la calle, el mensaje claro está: «se los tienen que quedar hasta que les encontramos un hogar definitivo porque, sino, para ellos sería un nuevo abandono».

La SPAC de Torredembarra mantiene abiertos los canales de adopción, y hace las entrevistas y trámites pertinentes de forma telemática. Una vez validado el protocolo, los trabajadores se desplazan a domicilio con el animal y lo entregan al destinatario respetando las medidas de seguridad establecidas. Además, se mantiene la opción del acogimiento temporal en casa. Sin embargo, no se buscan acogidas sólo mientras dure el estado de alarma, sino durante el tiempo que se tarde en encontrar un hogar definitivo para alguno de los 400 perros del refugio.

Hay gente que se ha ofrecido sólo para los días de confinamiento, pero les explicamos que no puede ser y lo entienden. Otros te dicen que sí, que lo acogerán durante el tiempo que haga falta, señala Esquís. El perfil de personas interesadas es muy diverso. Familias con niños, gente más mayor, o personas que no tenían ningún animal y que, aprovechando que tienen que teletrabajar, consideran que este es el mejor momento para dar el paso.

La Perla, en acogida a la espera de poder viajar a Alemania

Helena Albaladejo es una voluntaria habitual de la protectora torrenca que, como el resto de colaboradores de la entidad, hace quince días que no puede ir al refugio a pasear y no cuidar de los animales. En su caso se ha decidido a acoger en la Perla, una perra mestiza de siete años y medio que llevaba unos meses a la protectora y que, cuando las autoridades lo permitan, viajará hacia Alemania, donde la entregarán a una entidad de adopción con la cual colaboran.

Helena tiene más animales en casa, entre ellas una perra que adoptó hace dos años. Ahora, explica, decidió acoger a Perla porque, como tendrá que viajar pronto y tiene «miedos», consideraba que así lo podría trabajar con ella. Albaladejo recomienda a las personas que tenían la idea de adoptar un animal que lo hagan ahora. «Es un buen momento porque, al estar en casa, tendrán más tiempo para la adaptación del animal», apunta.

Otras entidades paran la salida de animales

De otro lado, entidades como Última Llar de Reus han frenado las adopciones, pero hacen un llamamiento a hacerlo una vez acabe la crisis del coronavirus. «Ojalá la gente que se interesa venga después en caravana a adoptar», explica Roman Casanovas, director técnico del centro. Y es que el centro está ahora más lleno que de costumbre porque mantiene el servicio de recogida de animales abandonados. El año pasado entraron al Último Hogar unos 56 perros en el mes, por término medio, fruto de los convenios firmados con varias instituciones locales y supramunicipales de la zona.

Con respecto a los abandonos, varias entidades del Camp de Tarragona consultadas por el ACN afirman que no han anotado un incremento de los abandonos. La Fiscalía de Medio Ambiente española ya ha alertado de las consecuencias penales de abandonar perros adoptados cuando acabe al estado de alarma. En un oficio dictado el lunes el ministerio público dice que sospecha que el avalancha de acogimientos que se ha registrado en varios puntos del Estado podría ser una «excusa» de los dueños para «poder salir a la calle». Hay que recordar que pasear las mascotas está permitido, pero que algunos ayuntamientos se han visto obligados a fijar límites -de distancia permitida o de frecuencia diaria máxima- ante el abuso de algunos ciudadanos.

tracking