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Economía

Incertidumbre por el aluvión de parques eólicos proyectados entre la Anoia, la Conca y la Segarra

Prevén 11 parques con cerca de 80 aerogeneradores

Imagen de molinos de Talavera, en la Segarra.

Incertidumbre por el alud de parques eólicos proyectados entre la Anoia, la Cuenca y la SegarraACN

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Un aluvión de parques eólicos se dibujan a caballo entre Tarragona y Lleida. La zona del Alta y Baixa Segarra es un entorno que ya convive con varias centrales. Ahora, el nuevo decreto ley urgente del Gobierno para combatir la emergencia climática abre la veda a la implantación de nuevos parques. Recientemente se ha hecho público que la firma Naturgy -la antigua Gas Natural Fenosa-, quiere hacer una decena de parques con 73 aerogeneradores, la gran mayoría en las comarcas de la Anoia, la Conca de Barberà y la Segarra. En esta pugna eólica, sin embargo, también entran otras empresas, como Green Capital Power -controlada por el exyerno de Florentino Pérez-, que ya se han presentado en los municipios para tantearlos. En el territorio hay división entre partidarios y detractores de la eólica.
La Anoia, la Conca de Barberà, la Segarra y la Ribera d'Ebreson las cuatro comarcas catalanas en las que se prevé una mayor implantación eólica. De los once nuevos parques previstos con 78 molinos en total, una veintena se dibujan en la Anoia, otra veintena en la Segarra, dieciocho en la Ribera d'Ebre, catorce en la Conca de Barberà y cinco en el Baix Camp.

El nuevo decreto, aparte de eliminar barreras administrativas y allanar el camino para la implantación de energía eólica y fotovoltaica en Catalunya, también va acompañado de una ponencia de energías renovables, a través de la cual se hace una consulta previa a todos los municipios para que puedan decir la suya antes de que el Gobierno dé luz verde.

Ha sido a través de este órgano que se han conocido los proyectos. Algunos son nuevos y otros se rescatan del cajón. Se han hecho públicas once centrales con casi 80 aerogeneradores y una potencia global de más de 350 MW. De estas, diez son de Naturgy y un undécimo parque, de Green Capital, según confirman desde Empresa i Coneixement.

Naturgy pretende promover ocho parques eólicos entre la Anoia, la Conca de Barberà y la Segarra denominados Trilla, de 33,6 MW; Seré, de 33,6 MW; Ondulara, de 19,4 MW; Esteve, de 12,6 MW; Gilet, de 42 MW; Las Mates, de 29,4 MW; y Millars, también de 29,4 MW-; dos en la Ribera d'Ebre-en el término de Tivissa- y uno en el Baix Camp -Vandellòs.

Por su parte, Green Capital plantea otro, con el nombre de Portella, entre Santa Coloma de Queralt y Argençola. Estos son, hoy por hoy, los proyectos que contempla la Generalitat, pero no son los únicos que hay sobre la mesa. Green Capital ha remitido a trámites, vía ministerio, tres parques eólicos más de mayor envergadura.

Y pueden aparecer otros hasta que se agote el plazo fijado por el decreto. Ante la incertidumbre de este nuevo escenario eólico, las reacciones son diversas. Muchos recelan que las eólicas elijan la meseta segarrense no tanto por los vientos, sino por su despoblación. Incluso se ha creado una plataforma contraria a estos proyectos.

Plataforma de Afectadas por la Concentración de Aerogeneradores (PACA)

El 21 de enero pasado se constituyó la Plataforma de Afectadas por la Concentración de Aerogeneradores (PACA) que agrupa gente de diferentes puntos del territorio que han visto con preocupación la proliferación de estos proyectos. Una de las portavoces, Àstrid Van Ginkel, ha explicado que no están en contra de las energías renovables, pero si contra la concentración de aerogeneradores en el territorio. Considera con el objetivo de los gobiernos llegar al 100% de energía proveniente de fuentes renovables en el 2050, ha precipitado el interés por hacer parques eólicos. No obstante, remarca que está en las ciudades donde se consume el 78% de la energía y que estas sólo ocupan un 2% del territorio.

Es por eso, que desde la plataforma creen que las zonas que tienen que acoger los parques eólicos o también de energía fotovoltaica «tienen que poder decidir, como dónde y cuándo se tienen que poner». Según Van Ginkel, el impacto es «potente» medioambientalmente hablando pero también culturalmente y para el desarrollo económico. En este sentido, asegura que está demostrado que estos proyectos provocan «despoblamiento» y estudios científicos demuestran que los molinos de viento pueden afectar a la salud de las personas hasta 15 kilómetros de distancia, por los sonidos que generan y el impacto lumínico.

Argençola no los quiere: «Los molinos favorecen el despoblamiento, que justamente es contra lo que luchamos»

«Necesitamos repoblar y dar vigor en el mundo rural antes no se nos acabe de morir del todo. Con estas infraestructuras hacemos justo al contrario: lo estamos destrozando». Así de contundente se expresa el alcalde de Argençola (Anoia), Gumersind Parcerisas. En este pequeño municipio de la Anoia, de poco más de 200 habitantes, se prevé un parque con tres molinos de 200 metros de altura y la oposición, por parte del Ayuntamiento, es frontal.

Están en contra por varios motivos. En primer lugar porque, a pesar de estar a favor de las energías renovables, consideran que esta no es la manera de hacerlo. «Nosotros creemos que el futuro pasa por un modelo de una energía distribuida por el territorio y de proximidad», ha añadido. Además, denuncian que «no se ha pedido al territorio su opinión, y todo eso llega de una manera impuesta».

Parcerisas no esconde el hecho de que tener molinos en el pueblo favorece el bolsillo del Ayuntamiento, ya que supone una entrada de ingresos adicionales, pero en todo caso cree que eso también es una situación «perversa» que se solucionaría con una mejor financiación de la administración local. «Si eso fuera así, no habría que caer en tentaciones de querer instalaciones nocivas para tener unos recursos que ahora muchos ayuntamientos no tenemos», ha dicho.

El alcalde cree que la otra cara de la moneda es el impacto negativo que suponen estos molinos. «Está demostrado que estas infraestructuras favorecen el despoblamiento, y eso es justo contra lo que nosotros luchamos», ha lamentado.

Ahora, el Ayuntamiento tiene que presentar un informe para considerar qué grado de evaluación ambiental de la zona tiene que hacer el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, pero el alcalde reconoce que, en este sentido, el gobierno municipal tiene poco margen de maniobra.

Talavera no se opone a los parques, pero piden información

El alcalde de Talavera (Segarra), Ramon Trullols, ha explicado que de oposición municipal a los proyecto de parques de aerogeneradores «gracias a Dios» no hay. De hecho, el municipio ya hace más de 10 años que comparte un parque eólico con Llorac (Conca de Barberà), en la Sierra de Montargull, donde hay 22 aerogeneradores de unos 120 metros de altura. Los nuevos molinos proyectados podrían superar los 200 metros de altura, pero, según Trullols, eso no puede ser un impedimento para ponerlos si se puede reducir el impacto pintándolos de algún otro color que no sea el blanco. Asimismo, destaca que la tecnología ha avanzado y aspectos como el ruido de las palas cuando ruedan ya no provocan molestias a los vecinos.

Trullols ha lamentado la falta de información que tienen los alcaldes y ha pedido que se les haga llegar para poder responder las preguntas que hacen los vecinos. Asimismo, recuerda que los parques les repercuten en contrapartidas económicas, como ahora, que disponen de ingresos adicionales que les permiten hacer obras al municipio. Trullols pide que las empresas promotoras hagan formación a fin de que la juventud pueda aprender sobre la energía eólica y quedarse a trabajar en la zona.

La Conca de Barberà, uno sí condicionado

Los alcaldes de la Conca de Barberà, una de las comarcas actualmente con más presencia de eólica, ya se han reunido para valorar este nuevo mapa eólico y han consensuado un informe que da luz verde a los proyectos, pero con toda una serie de condicionantes de cariz genérico, a cumplir 'sine qua non' por el promotor del parque.

Entre estos se encuentra respetar infraestructuras pendientes en el territorio como la red soterrada de abastecimiento de agua en alta, la red comarcal de telecomunicaciones, así como también la Carta del Paisaje aprobada por el Consejo Comarcal, aparte del mantenimiento de caminos estropeados y la restauración vegetal de los taludes.

«Son unas observaciones que sirven tanto por los proyectos que prevé la Generalitat como de otros que puedan llegar de más compañías, y tanto para la energía eólica como la fotovoltaica», explica a la ACN el presidente del ConsellComarcal, Magí Trullols. «Aquí no hay frente común unánime, pero hemos consensuado este informe», añade.

Los municipios que conviven con aerogeneradores no tienen ningún interés al acoger nuevos parques. Es el caso de Conesa, donde ya hay dos parques que puso en marcha Gamesa, ahora en manos de Iberdrola. Son más de treinta molinos en un pueblo con un centenar de vecinos censados. «Molinos aquí ya tenemos», afirma la alcaldesa, Rosa Maria Berenguer.

Por el contrario, aquellos que no tienen los ven con buenos ojos. En les Piles se dibuja uno de los parques de Naturgy, Seré, y les corresponderían seis molinos. «Todos se dibujan sobre una zona de cultivo, puede ser una buena ayuda para un municipio pequeño, nuestro posicionamiento es totalmente favorable», manifiesta el alcalde, Llorenç Montalà.

Actualmente en la Conca de Barberà hay un total de 87 aerogeneradores repartidos entre 7 centrales que están en marcha -La Sierra del Tallat, Les Forques I y II, Conesa I y II, Montargull y Savallà del Comtat. Las comarcas del Priorat y la Terra Alta también concentran varios parques. Destaca el de Pradell de la Teixeta, con 91 molinos, uno de los mayores del territorio.

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