Diari Més

Corredor Mediterráneo

Los trenes dejan de pasar por el centro de Salou y Cambrils en medio del desconcierto y la incredulidad de los usuarios

Técnicos de Adif empiezan a retirar elementos de la vía única coincidiendo con la inauguración de la variante de Vandellòs

Una usuaria a punto de subir a un bus lanzadera en Salou.

bus lanzadera, estación salou, corredor mediterráneoGerard Martí

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Después de 155 años los trenes ya no pasan por el centro de Salou y Cambrils, y el tramo de vía única y las estaciones de Hospitalet de l'Infant, Mont-roig, Salou y Cambrils han quedado clausuradas. Ahora los convoyes pasan por la nueva variante del corredor mediterráneo, que circula por el interior. Los cambios han generado desconcierto e incredulidad entre los usuarios, que lamentan que no ha habido bastante información. Mientras los técnicos de Adif ya empiezan a retirar elementos de la vía única, algunos viajeros han ido a coger el tren a la estación equivocada, tal como ha podido comprobar ACN. A pesar de algunos retrasos, en Cambrils los convoyes se detienen con normalidad a la nueva estación de las afueras del núcleo urbano, mientras que en Salou los usuarios se quejan de que ahora tienen que ir más lejos y tienen que pagar más para subir al tren.

Mientras la nueva variante de Vandellòs permite acortar el tiempo de trayecto entre Barcelona y Valencia, a más pequeña escala la nueva infraestructura ha comportado una reorganización del servicio ferroviario al Camp de Tarragona de lo que está exenta de críticas. Este esquema sitúa como nuevo epicentro ferroviario la flamante estación de Cambrils, ubicada en un viaducto del corredor|pasillo en las afueras de la ciudad, junto a la zona deportiva.

Esta mañana una cincuentena larga de usuarios esperaban el tren del R16 de las siete y media de la mañana procedente de Tortosa, en dirección a Tarragona y Barcelona. La principal crítica es la ubicación, más alejada del centro, ya que se mantienen las frecuencias. «A partir de hoy tengo que coger el coche cada día porque el horario del bus urbano no coincide con los trenes de la mañana. A mí no me sirve», ha lamentado Mercè Vidal, que cada día viaja en tren hasta Tarragona para ir a trabajar.

Jordi Fargas, que hace diariamente el trayecto entre Cambrils y Torredembarra, también tiene que salir antes de casa. En concreto, como va hasta la estación en bicicleta, tiene que pedalear «unos siete u ocho minutos más», según ha calculado hoy. «Es una pasada de estación. Ahora bien, nueva estación, mismas tradiciones,» ha ironizado sobre el retraso de quince minutos que acumulaba su tren.

Otra vecina de Cambrils, Montserrat Recasens, se ha mostrado «muy ilusionada» para poder estrenar la nueva terminal. Como vive en el barrio antiguo, tiene unos quince minutos a pie hasta la nueva infraestructura –lo mismo que antes. Recasens ha destacado la mejora de las instalaciones, ya que los andenes disponen de espacios cerrados para «refugiarse si llueve o hace mal tiempo».

Mientras tanto, a unos dos kilómetros de distancia, la vieja estación ya es historia. Además del candado de la puerta, lo evidencian un panel informativo y los mensajes registrados que informan de la apertura de la nueva estación. A pesar de todo, este lunes se han visto usuarios despistados, como una mujer que ha tenido que llamar a un taxi a toda prisa para poder llegar a Barcelona, o un chico que ha tenido que volver a subir al coche en que había venido y dirigirse cabe a la estación del corredor –que, por cierto, ofrece aparcamiento gratuito «en periodo inaugural».

Un peor servicio en Salou

Donde también se han visto viajeros desorientados -incluso con maletas- es a la antigua estación de Salou, que recibía a unos 300.000 viajeros anuales. A diferencia de Cambrils, aquí sí que durante unos días habrá informadores de Renfe y de la empresa Plana, que presta un servicio de bus lanzadera entre la vieja estación y el apeadero de PortAventura. Además de algún viajero despistado, muchos vecinos se han acercado hasta el andén para comprobar que ya no pasan trenes y para pedir información.

Con el nuevo mapa ferroviario, la alternativa que se ofrece a los salouenses es ir hasta la estación de PortAventura, donde se ha creado la nueva línea R17. Allí, sin embargo, sólo pueden subir a un tren lanzadera que los lleva hasta la estación de Tarragona, donde pueden hacer transbordo. Sólo cuando PortAventura esté abierto habrá un tren diario directo entre PortAventura en Barcelona –y un segundo durante el verano.

Todo hace que, desde este lunes, los usuarios del tren hacia Barcelona tengan que invertir más tiempo y más dinero. El precio del autobús lanzadera entre el centro de Salou y PortAventura es de 2,05 euros -todo y que si se viaja con los títulos integrados del ATM cuenta como transbordo. El coste del tren entre PortAventura y Tarragona es de 2,50 euros y, desde allí hasta la ciudad condal, el precio del billete sencillo se sitúa en 8,05 euros. En total, 12,60 euros frente a los 8,80 euros que costaba hasta ahora un billete entre Salou y Barcelona. En tiempo, unas dos horas en comparación con la hora y 20 minutos que se tardaba antes.

De momento, la oferta no ha convencido a los usuarios este lunes. Hace falta tener en cuenta que la combinación de autobús y tren hasta Tarragona no baja de los 40 minutos, el doble que antes. Durante la mañana los trenes de la nueva R17 entre Tarragona y PortAventura -y viceversa- han conseguido registros muy escasos, que han llegado a ser de tres y cinco viajeros, respectivamente, en algunas expediciones.

La cara y la cruz de clausurar la vía del tren

En general, los vecinos de Salou se muestran satisfechos por el hecho de que la vía del tren dejará de dividir la ciudad, pero lamentan que sea a costa de recibir un peor servicio ferroviario. «Los cambios son horrorosos. Estoy de acuerdo que había que sacar la vía de aquí al centro porque era un desastre, pero hacía falta que hicieran una gran estación. Yo quiero ir a Barcelona y tengo que coger un autobús que vale dos euros y un trenecito hasta Tarragona», se ha quejado a María Teresa, de que cada semana hace un par de viajes a la capital catalana.

Algunos salouenses también han vivido el momento con nostalgia. «Siento pena por que el tren se marche de aquí, pero pienso que quitar las vías permitirá una mejor conexión entre las calles y suprimir los cuatro pasos a nivel, que son un problema de seguridad. Además, la gente que quiere coger el tren se tiene que ir muy lejos», ha explicado Joan.

Otro vecino de la ciudad, Joan Anton, también ha lamentado que haya que ir más lejos para coger el tren, pero ha opinado que la ciudad ganará en seguridad. «El beneficio es que la gente no se mate, porque aquí moría gente, pero tendría que haber sido un compendio de las dos cosas ya que perder el servicio perjudica a mucha gente», ha resumido.

Ahora bien, si hay un aspecto que ha irritado los vecinos y usuarios es el precio del bus lanzadera entre la antigua estación de Salou y el apeadero de PortAventura. Incluso algunos de ellos se han negado a pagar los 2,05 euros que cuesta el servicio. «Ir de Barcelona a Salou me sale por|para 12 euros, es muy caro», se ha quejado Marta, mientras sostenía en la mano los tres billetes que ha acumulado entre ambas ciudades –dos de tren y uno de bus.

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