La DOQ Priorat no teme por el impacto que puedan tener los aranceles de los EE.UU.

El presidente de la Denominació d'Origen Qualitat (DOQ) Priorat, Sal·lustià Àlvarez, cree que la posible aplicación por parte de los EE.UU. de un arancel del 25% en el vino procedente del Estado no les afectará mucho. La entrada en vigor de la tasa está fijada para el 18 de octubre, después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) haya autorizado a los Estados Unidos a imponer sanciones comerciales en la Unión Europea por valor de 6.900 millones de euros, a raíz de las ayudas que países europeos habían dado a la aeronáutica Airbus para competir contra la norteamericana Boeing. Àlvarez apunta que el hecho de que los vinos del Priorat estén posicionados como un producto de calidad los ayuda a resistir estas situaciones. El mercado norteamericano supone entre un 12% y un 15% de las exportaciones de la DOQ Priorat.

Àlvarez se muestra prudente sobre el nivel de afectación que la medida de la administración Trump acabará teniendo. De todos modos apunta que los aranceles afectan sobre todo a las marcas que no están consolidadas. «El cliente nos pide y el sector intermedio no nos ve como un gran negocio, sino como un servicio que tiene que prestar al consumidor final», valora. A la vez reconoce que son un producto «de volúmenes escasos y de una alta calidad», que se mueve en una gama de precios superior. A su parecer, los grandes afectados serán los productos de nivel medio y bajo.

Con respecto a como soportarán la nueva tasa, el presidente vaticina que se acabará repartiendo entre el precio que pagará el consumidor final y los costes en origen. La DOQ Priorat vende unas 500.000 botellas anuales a los EE.UU., lo que supone entre un 12% y un 15% del total de exportaciones. El principal mercado son los países del centro de Europa, como Suiza, Alemania o los Países Bajos. «No tener un único mercado para nosotros es una tranquilidad», concluye.