«Los pájaros no son como las catedrales, que están siempre»

—En el mes de enero viajó al Ecuador para hacer realidad el reto ornitológico Ecuador 1.000. ¿Qué se había propuesto, y cómo lo ha conseguido?

—El reto era ver 1.000 especies de pájaros en un solo viaje de 75 días en el Ecuador. Allí eso no se había hecho nunca. En Colombia y Perú, sí. Como estos dos son países muy grandes, lo que hicimos nosotros fue renunciar al avión como medio de transporte. Por lo tanto, también es la primera vez que se avisten 1.000 especies sin hacer uso del avión. Además, hemos batido otro récord, porque Miquel Bonet se había propuesto fotografiar al menos 700, y ha hecho 900.

—¿Cómo ha sido la experiencia de estos dos meses?

—En el Equipo Graznaría éramos varias personas. Los 75 días estuvimos el barcelonés Miquel Bonet y George Wagner, que es americano. Durante el viaje algunos de los otros lo fueron dejando y otros se fueron sumando. Empezamos en el sur, en Guayaquil, y fuimos haciendo en coche y en transporte público. También hicimos una parte del viaje con canoa, porque hay partes de la selva donde no se puede acceder de ninguna otra manera.

—¿Han estado en zonas poco visitadas habitualmente?

— Sí, pasamos por sitios donde había reservas de indios no contactados. Es decir, que saben de nuestra existencia, pero no tienen ningún interés en contactar con nosotros. Estas zonas periféricas se pueden visitar, a pesar de que, por ejemplo hace dos años se cerraron porque hubo una pelea entre dos tribus, y este mismo año también ha habido una matanza entre indígenas.

—¿De este millar de aves avistadas, cuáles destacaría?

—Hemos hecho la primera cita documentada en todo el Ecuador de un pájaro, la Bosquerola golanegra (Setophaga virens). También hemos hecho la primera cita en la provincia de El Oro del Charrán Picudo (Phaetusa simplex), que no se había visto nunca.

—¿Se han quedado con las ganas de ver algún pájaro?

—Eso siempre pasa. Pero cuando haces viajes como estos también te encuentras pájaros que no tenías previsto ver, como el Cuco hormiguero cerrado (Neomorphus radiolosus), que se esconde mucho, quizás cada año lo ven diez personas en todo el mundo, y este año había uno que se dejaba ver y lo encontramos. Los pájaros no son como las catedrales, que están siempre. Los pájaros los tienes que buscar, y a veces no los encuentras.

—Antes de marcharse sufrían por la llegada del Niño, que les podía traer muchas lluvias. ¿Qué efecto tuvo, finalmente?

—Estuvo lloviendo todo el rato, y nos encontramos con carreteras cortadas que nos obligaron a cambiar el itinerario, pero por suerte no fue un Niño de aquellos que pasan cada cincuenta años y lo cortan todo.

—Fruto de este viaje ahora disponen de una gran cantidad de material. ¿Qué uso harán?

—Estamos preparando una charla que haremos en el Delta Birding Festival de este año. Se trata de un encuentro de personas interesadas en la ornitología a todos los niveles, desde científicos a público familiar. Allí expondremos los resultados de nuestro viaje.

—¿Ya tienen en la cabeza cuál será su próximo reto?

—Un reto, aunque sólo sea 75 días de viaje, requiere mucha preparación. Y después también comporta mucho trabajo, porque hemos generado miles de fotos e información y ahora lo tenemos que ir introduciendo todo a nuestra web. Como mínimo, tenemos para cuatro meses que no podemos ir a ningun otro lado. Hemos hecho el trabajo de campo, pero ahora nos queda preparar toda la información para poder explicarla y mostrar. Tenemos unos meses de trabajo, aunque siempre hay tiempo para pensar en Colombia, el país con más pájaros del mundo. Por otra parte, si alguien tiene ganas de leer como fue el viaje, lo puede hacer visitante mi blog en Vilaweb, Un parell de motxilles amb paraules alades. Y quien esté interesado en observar pájaros de Ecuador, puede pedirme información a través de mi correo electrónico, eugenicapella@gmail.com .