Terminan diez candidatos de Ciutadans a Altafulla y la dirección les abre un expediente

Crisis en Ciudadanos a pocos días del cierre de la entrada en registro de las candidaturas a las elecciones municipales del 26 de mayo. La agrupación local de Altafulla emitió ayer un comunicado en que anunciaba que no concurriría a los comicios y que diez de los miembros de la lista –de un total de trece– habían renunciado a presentarse. Por el contrario, fuentes del partido en la demarcación apuntan que sí que habrá lista en Altafulla y que los dos primeros serán Rubén Bea y Soledad Ramírez. El motivo de la disputa se encuentra en la «imposición» de candidatos que, dicen, no son del municipio. A causa de haber enviado el comunicado de manera oficial y en nombre de la agrupación, el partido abrirá a los afiliados un expediente informativo y lo pondrá en conocimiento del comité de garantías.

La crisis de la agrupación viene de lejos, cuando después de contribuir a las municipales del año 2015, con su concejal Alberto Moreno, se encontraron con un conflicto interno que acabó, en el 2017, con la suspensión de militancia de Moreno. Según relatan, un nuevo equipo reimpulsó el partido en la localidad y consensuaron una lista, pero el 13 de abril Ciutadans presentó a todos sus candidatos a las municipales en un acto en Tarragona. Por «sorpresa» de la agrupación, Altafulla no había sido convocada, según ellos porque la dirección había desestimado presentar a la actual coordinadora Maria Lluïsa Díaz y, en su lugar, presentar dos otros miembros de la lista. Estas dos personas se incorporaron hace medio año, según lee el comunicado emitido por los críticos, por mediación de un delegado de la organización autonómica de la formación.

Esta situación ha generado una «ruptura» que, eso sí, el partido se niega a valorar. Después de la renuncia de diez miembros de la lista, el partido ha empezado a buscar integrantes que los anteriores dicen «no tener referencias» para poder concurrir a Altafulla. Aunque no estaba «confirmada», Díaz sí que contaba con el apoyo de buena parte de la agrupación. El cambio, apuntan, supone una «falta de respeto y consideración a menos de dos días del cumplimiento del plazo de presentación de candidaturas». Aparte, creen que los nuevos candidatos «de fuera de Altafulla» tendrán «posible falta de compromiso y conocimiento de las peculiaridades y problemáticas del municipio».

Situaciones parecidas

El caso de Altafulla no es lo único en que ha habido diferencia de opiniones entre la dirección y la agrupación local. Recientemente aparecía el caso de Paiporta (Valencia), en el que más de la mitad de los afiliados se han dado de baja a raíz de la colocación de un exconcejal del PP como cabeza de lista. También, todavía más próximo, está el caso de Reus, donde los actuales concejales han acabado terminando. Los estatutos de Ciudadanos no obligan a la celebración de primarias en las localidades con menos de 400 afiliados, pero la dirección sí que pide opinión.

Según el comunicado emitido en nombre de la agrupación altafullenca, «por desgracia esta actitud no es exclusiva de nuestro territorio, otras localidades de la provincia han tenido la misma suerte, demostrando que desde los órganos del gobierno no se premia, ni se da apoyo a la tarea realizada por los integrantes de las agrupaciones». También los acusan de «incumplir el reglamento interno» y de una «deriva totalitarista» en la que «se está degenerando el partido» favoreciendo el «oportunismo de algunas personas para encabezar las listas «sin otro criterio que no sea el amiguismo».