Diari Més

Sólo el 13% de los ciudadanos de la provincia de Tarragona en el exterior votan por correo

De los 18.103 inscritos en el censo, 2.325 solicitan el trámite para votar el 28 de abril, un 5% más que en las elecciones de 2016

Un votante deposita su papeleta en Sabadell en las elecciones generales de 2016.

Sólo el 13% de los ciudadanos de la provincia de Tarragona al exterior votan por correoACN

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Las Elecciones Generales del 28 de abril vuelven a revelar los déficits del sistema electoral español hacia el voto por correo. Aunque ha crecido cinco puntos con respecto a los últimos comicios, la participación de los tarraconenses en esta nueva cita electoral vuelve a ser significativamente baja. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), 2.325 ciudadanos de la provincia residentes en el exterior han solicitado el voto por correo. Es un 13% de los 18.103 tarraconenses inscritos en el Censo de Españoles Residentes en el extranjero (CERA).

A pesar de la baja participación de los ciudadanos en el extranjero, la cifra es un 5% superior a los 1.193 votantes de las últimas elecciones de 2016. Entonces, los tarraconenses con posibilidades de votar eran 15.399 y sólo ejercieron el derecho a sufragio un 7,7% de los residentes, el mismo porcentaje que el 2015. La participación de 2011, del 6,7%, todavía fue más baja. Según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) el plazo para pedir el voto por correo empezaba el 5 de marzo y acaba mañana 18 de abril, diez días antes de los comicios. En el caso de los residentes en el extranjero, el plazo finalizaba el 30 de marzo.

En España, el derecho al sufragio está regulado a través del llamadovoto rogado que entró en vigor en el 2011 de la mano del gobierno popular de Mariano Rajoy. Desde entonces, la participación ha caído en un 30% al 5%. Aunque todos los partidos están de acuerdo en suprimir este mecanismo, el nuevo sistema no llegará a tiempo para el 28-A.

Según los datos del INE, 239.133 catalanes tienen posibilidad de votar, 2.093.977 a todo el Estado. En la práctica, muchos votantes se quejan de la burocracia y la exigencia de los plazos que, en muchos casos, imposibilitan poder ejercer su voto.

Leticia Fuentes vive en París y es una de las catalanas que este año no podrá votar. Asegura que cuando llamó al consulado para conocer como funcionaba el proceso para votar desde el exterior le explicaron que el 1 de enero (antes de la convocatoria del 28-A) finalizaba el plazo por pedir el voto desde el extranjero. «Nos dijeron que mucha gente se había quejado, pero que por los que no estábamos inscritos en el censo como residentes en el extranjero se nos había agotado el periodo de voto», se lamenta esta joven.

Fuentes del Ministerio de Exteriores aseguran que el gabinete «es consciente de las dificultades que implica para nuestros ciudadanos en el exterior el sistema de voto rogado» a causa de unos plazos «ajustados» que les marca la Ley Electoral. La «dependencia de servicios de correos locales» es otra de las causas que Exteriores utiliza para justificar las deficiencias del voto por correo desde el extranjero.

Francia es el país con más tarraconenses inscritos al CERA (3.634). Fuentes, que vota en la provincia de Barcelona, trabaja en una empresa francesa con 14 españoles más, esperaba coger un avión para votar presencialmente desde Catalunya. Los elevados precios, sin embargo, del 27 y 28 de abril, han hecho que esta catalana desista de votar. Para poder hacerlo desde Francia, explica que es necesario pagar cuatro euros que, después, el consulado devuelve. Suiza es el segundo país que más tarraconenses tiene (1.827). Lo sigue Alemania (1.658) y Andorra (1.088).

Voto electrónico en Catalunya

La Generalitat de Catalunya prepara un sistema de voto electrónico para asegurar que los catalanes extranjeros puedan ejercer el derecho a sufragio en las próximas elecciones en el Parlament. El pasado 6 de marzo, el gobierno realizó una prueba piloto de voto electrónico con 249 electores en las elecciones sindicales de personal técnico y administrativo. El conseller de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, consideró, entonces, que la Generalitat ha emprendido «un camino de no retorno». El gobierno cree que la tecnología «está madura» y que ofrece privacidad, seguridad e integridad de voto.

De los 29.000 trabajadores que tenían derecho al voto en los comicios sindicales del 6 de marzo, 249 tuvieron la posibilidad de votar a través de un ordenador, una tablet o un móvil en Barcelona. Días antes, estas personas recibieron un correo electrónico con las instrucciones necesarias para obtener la contraseña que les permitió ejercer su derecho al voto.

La plataforma de voto ha sido diseñada por la empresa catalana Scytl, que también gestionará el voto electrónico de las elecciones en las Cámaras de Comercio del mes de mayo, la primera prueba real de este método en Catalunya. El gobierno defiende que el voto electrónico beneficia a las personas con discapacidad, con problemas de accesibilidad y es menos costosa para la administración.

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