Trece narcos que traficaron con 5.000 kg. de hachís evitan entrar prisión

Una banda de 13 narcotraficantes marroquíes condenada por introducir mediante lanchas en España 5 toneladas de hachís, valoradas en 6,8 millones, ha evitado ingresar en la prisión gracias a un pacto de conformidad que les impone una multa de cinco millones de euros.

Fuentes judiciales han explicado a Efe que las partes han acordado una pena de prisión de un año y 11 meses para cada uno de los acusados por delitos contra la salud pública pero, como sólo uno de ellos tiene antecedentes criminales, ninguno ingresará en la prisión.

La banda introducía en España cargamentos de hachís procedentes de Marruecos y los desembarcaban en las costas de Tarragona para su partida y posterior comercialización y fue sorprendida en flagrante en el 2008 mientras descargaban 1,8 toneladas de droga en la playa de Faro, en la localidad de Vila-seca.

En el momento de la detención, cinco de ellos estaban en el agua recogiendo los fardos que habían lanzado desde el barco en la costa, dos vigilaban y el resto conducía los vehículos en los que cargarían la droga.

Para poder transportar el renombre «verdura» (hachís), utilizaban un servicio de lanchas semirrígidas que desembarcaban en el litoral catalán, y después trasladaban el cargamento a coches o furgonetas, con las que lo llevaban hasta un falso negocio de ropa usada.

Este establecimiento era la tapadera para poder preparar las partidas, que posteriormente repartían y funcionaba como depósito de mercancía antes de la distribución.

La banda funcionaba como una organización jerarquizada con cuatro cabecillas y unas funciones muy concretas, que iban desde el contacto con el proveedor marroquí de hachís a la contratación de barcos, la adquisición de combustible o la logística, así como vigilantes, conductores y un encargado de personal.

De acuerdo con la Fiscalía, los narcotraficantes dispusieron una trama con un sistema establecido de telecomunicaciones y constantes cambios de número para intentar driblar la atención de la policía, que llevó a cabo cuatro operaciones después de interceptar varias llamadas entre ellos.

En la primera, los tres integrantes de una furgoneta sospechosa huyeron, abandonando más de tres toneladas de hachís, valoradas en 4,1 millones de euros.

Seis meses después, la policía cogió a los 13 narcos en Vila-seca en pleno desembarque de la droga, después de lo cual todavía requisaron 11 kilos más de hachís y decenas de garrafas de gasolina durante el cacheo del domicilio de uno de los traficantes y de la nave industrial de otro.

Los miembros de la banda pasaron de días a cuatro meses a la prisión en el 2008 pero, desde entonces, respondían en libertad provisional hasta la celebración del proceso, en el cual la Fiscalía pedía penas de entre 5 y 6 años para cada uno de los integrantes, así como una multa total de 50 millones de euros.

Hace algunas semanas, 12 de los 13 acusados cerraron el pacto de conformidad, pero uno de los líderes no se presentó ante el tribunal hasta este jueves, cuando se ha sellado el acuerdo.