Diari Més

Se enfrenta cerca de cinco años de prisión por enviar fotos íntimas de la pareja a varios amigos

La fiscalía también envía a la mujer a juicio por arañar al hombre cuando intentaba cogerle el móvil

El juicio se celebrará este viernes en la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona.

Audiencia de TarragonaACN

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Un hombre se enfrenta a casi cinco años de prisión por, presuntamente, enviar fotos íntimas de su compañera sentimental a varios amigos y agredirla en al menos dos ocasiones. Al mismo tiempo, la fiscalía pregunta nueve meses de prisión para la mujer por arañar al hombre cuándo este intentaba cogerle el teléfono móvil de donde obtuvo las fotografías. El caso llegará a juicio el 8 de abril en la Audiencia de Tarragona. Según relata el escrito de acusación del fiscal, los hechos pasaron en el 2015 en un piso de la calle Tarragona de Salou, donde la pareja convivía.

El primer episodio pasó al principio de julio cuando la pareja empezó a discutir en el piso. A raíz de eso, el hombre, de 46 años, cogió a la mujer del cuello y le golpeó en la muñeca. Unos meses más tarde, la madrugada del 2 de octubre del 2015, se tuvo constancia de otra discusión en que el hombre empujó a la pareja y le golpeó en la cabeza, en el estómago y en las piernas.

Según el ministerio público, la discusión había empezado porque el procesado quería apoderarse del móvil de la mujer y averiguar «con quién hablaba». Entonces, según el fiscal, ella también agredió al hombre, que sufrió «erosiones lineales en la cara, el brazo izquierdo y la espalda que tardaron dos días en curarse».

Además, en algún momento de la madrugada el hombre se apoderó del móvil de la mujer «contra su voluntad». El hombre copió varios contactos a su dispositivo y varias fotografías personales de ella en las que aparecía desnuda o medio desnuda. Según el fiscal, «con la finalidad de difundirlos entre algunas de sus amistades», envió los archivos a algunos de sus contactos.

La fiscalía acusa al hombre de dos supuestos delitos de maltrato -por cada uno de los cuales pide once meses de prisión- y, también, de un supuesto descubrimiento y revelación de secretos, por el que pide otros tres años de prisión. Además, la fiscalía pide que el hombre no pueda llevar armas, ni se pueda acercar a menos de 300 metros ni comunicarse con la mujer, durante cinco años. También pide que el hombre indemnice a la mujer con más de 180 euros.

Con respecto a la mujer, la fiscalía lo acusa de un supuesto delito de maltrato por el que pide nuevos meses de prisión y dos años. Además, solicita que la mujer no pueda llevar armas, ni se pueda acercar a menos de 300 metros ni comunicarse con el hombre, durante dos años y medio. En concepto de responsabilidad civil, el ministerio público pide que indemnice al hombre con 60 euros por las lesiones.

La mujer acusó al hombre de dos agresiones sexuales

Por otra parte, siguiendo la petición de sobreseimiento de la fiscalía, el juez ha descartado llevar a juicio dos supuestos delitos de agresión sexual que fueron denunciados por la mujer. La primera la situó el mismo día que discutió con el hombre por su teléfono móvil, el 2 de octubre del 2015. Según el ministerio público, la versión de la mujer no quedaba corroborada por las lesiones que presentaba, las cuales veía «compatibles» con «la agresión física mutua» que protagonizaron para poder apropiarse el dispositivo.

Además, la fiscalía hace notar que, si bien denunció los hechos el mismo día, la mujer no explicó que la habían agredido cuando fue examinada en el CAP. Lo hizo horas más tarde en el juzgado de guardia, donde justificó que no había gritado «para no molestar, dado que era muy tarde».

Por otra parte, la mujer también denunció que, el 28 de septiembre del 2015, el hombre la había agredido sexualmente sobre el capó del coche en el parking comunitario. La fiscalía señala que, más allá de su explicación, no hay ningún elemento que corrobore la versión. El ministerio público detalla que no fue al médico ni quiso revelar la identidad de un supuesto testigo. Según ella, un vecino que apareció en el parking, pero al que no había pedido ayuda «por vergüenza».

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