Diari Més

Ocupas y vecinos se alían para resolver una canalización de aguas fecales

El alcalde Fèlix Alonso denunciará la propiedad en Fiscalía por no cumplir con su responsabilidad

La calle de los Catúfols, con los inmuebles ocupados, cortada esta semana por el Ayuntamiento.

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Desde el año 2017, hasta once chalets de la calle de los Catúfols de Altafulla están ocupados por una veintena de personas. Se trata de unas fincas abandonadas por la constructora de Josep Maria Lloret, Flonet 97 SL, que antes de estar ocupadas eran objeto de numerosos robos y, según los vecinos, las mafias frecuentaban la zona. Los vecinos avisaron al Ayuntamiento vía instancias ya en 2015 de que aquel abandono «propiciaba la presencia de ocupas» según apunta la portavoz de las comunidades de las calles de las Sínies, de los Catúfols –la parte no ocupada– y del camino del Prat. Ahora la problemática es otra: dada la presencia de habitantes y que la canalización de los chalets ocupados no está acabada –la calle hace bajada–, han aparecido aguas fecales y los consiguientes malos olores.

Tanto Eva como Andrea –las dos son vecinas de la zona de Hort de Pau– aseguran que no tienen «ningún problema» de convivencia con los ocupas, pero el Ayuntamiento no lo ve así. En un encuentro reciente, el equipo de gobierno se comprometió a hacer toda una serie de actuaciones, entre ellas cortar la calle con newjerseys y solucionar el problema de las aguas fecales. A diferencia de lo que pedían, sin embargo, en materia de limpieza la brigada se limitó a taponar el agujero de la canalización que desembocaba en la misma calle, haciendo que los residuos se sigan acumulando en una de las fincas, esta desocupada. Eva Penalba asegura que el Ayuntamiento, actuando de esta manera, está «desobedeciendo» la normativa municipal, con respecto a las competencias que tienen en salubridad. Según dice Penalba, la voluntad del Ayuntamiento no resolviendo subsidiariamente el problema es «hacer fuera los ocupas», una medida que no es de su competencia, sino que es judicial.

Con el fin de dar una solución provisional, una nota distribuida por los vecinos a todas las comunidades pide «dejar hacer» a los ocupas para canalizar de nuevo las aguas fecales. «Dejar que los ocupas canalicen las aguas fecales no supone en ningún momento mostrar aprobación o simpatía con la ideología ocupa, sino un acto de responsabilidad cívica y que es por un bien común y necesario: la salud de las personas».

Por su parte, el alcalde Fèlix Alonso destaca que estos «no han parado de generar problemas» y que «no son ocupas, son niños de papá». En este sentido ha descartado que haya ninguna de las familias que viven allí por necesidad, para no disponer de alternativa habitacional, ya que, apunta: «Si fuera así, los Servicios Sociales habrían actuado».

El padrón

Entre los ocupas hay una familia con un bebé que, para tratarse médicamente, tienen que trasladarse hasta Barcelona porque, de momento, el Ayuntamiento no ha iniciado los trámites para empadronar ninguno de los ocupas aunque ellos lo hayan solicitado. El alcalde afirma que dispone de informes policiales que acreditan que las patrullas no han encontrado siempre la misma gente viviendo en estos chalets y que, por lo tanto, no pueden verificar que vivan allí.

David, uno de los ocupas, asegura pero que sí que reciben las cartas y que desde el Ayuntamiento han podido contactar con ellos en numerosas ocasiones. Son personas provenientes no sólo de Barcelona sino del Baix Gaià y de Tarragona, y que vieron como estos chalets hacía más de diez años que estaban vacíos. Algunos de ellos, pues, ocupan por motivos ideológicos, pero David afirma que «hay de todo». Dado que, dicen, no pueden reunirse con el Ayuntamiento –la última noticia es que el concejal de Urbanisme les había cancelado una reunión y que hablarían por escrito– han iniciado una queja al Síndic de Greujes. La reclamación no es tan sólo contra el consistorio –para abandonar sus competencias y no empadronarlos aunque la ley los obliga– sino también contra la propiedad, que tiene la sociedad concursada y algunas de las fincas ya en manos de la Sareb. Este medio ha intentado contactar con Lloret, sin éxito.

Denuncia en Fiscalía

El último episodio de las aguas fecales ha provocado que el Ayuntamiento presente en los próximos días una denuncia en Fiscalía contra Josep Maria Lloret por|para un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. El alcalde, Fèlix Alonso, asegura que son numerosas las denuncias que tienen presentadas tanto contra la propiedad como contra los ocupas.

En este sentido afirma que desde el Ayuntamiento han hecho «todas las actuaciones» que los han pedido a los vecinos y que, con respecto a los ocupas, estos los han pedido «atajos» administrativos que se niegan a seguir.

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