Diari Més

Edificios municipales del Camp y el Ebre se calentarán con astilla forestal a partir del 2020

Nueve municipios firman convenio con la Diputació de Tarragona, impulsora del proyecto

Este sistema supondrá a los municipios un ahorro de un 77% por término medio en la factura energética de climatización de los edificios.

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Una treintena de edificios municipales de poblaciones tarraconenses y ebrenses se podrán calentar con astilla forestal a partir del 2020. Nueve ayuntamientos del Camp y el Ebre se han adherido a este proyecto que lidera la Diputació de Tarragona, subvencionado por los fondos Feder. Este martes al mediodía se ha firmado el convenio marco. Son los primeros municipios donde se instalarán calderas alimentadas con biomasa forestal, pero ya hay una docena más con intención de añadirse. La implantación de estas redes de calor de proximidad supondrá a los municipios un ahorro de un 77% por término medio en la factura energética de climatización de los edificios -unos 170.000 euros el año-, aparte de fomentar una gestión forestal sostenible y minimizar el riesgo de incendios en el bosque.

El pabellón de deportes de Alcover, el colegio de la Sénia, la biblioteca de Gandesa, el casal de Horta de Sant Joan o el CAP y centro de día de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant son alguna de las equipaciones que formarán parte de las nueve redes de calor que se instalarán en el territorio.

Este año se iniciará la licitación de las obras porque el calor de proximidad llegue a las equipaciones el invierno del año próximo. En concreto los municipios son: Alcover, el Montmell, Gandesa, Horta de Sant Joan, la Fatarella, la Sénia, Rasquera, Tivissa y Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant.

En el marco de la firma del convenio, el presidente de la Diputació, Josep Poblet, se ha congratulado de la «alianza» de alcaldes, y que se va en la «buena dirección». «La gestión forestal nos importa mucho y no hacerse cargo supone un riesgo; por eso apostamos por el aprovechamiento».

En la misma línea, el alcalde de Gandesa, Carles Luz, ha destacado que, dado que se usará astilla «de proximidad», la iniciativa es buen ejemplo de economía circular, y se ha mostrado convencido que permitirá dinamizar el territorio y luchar contra el despoblamiento de comarcas como la Terra Alta.

«Se hablará mucho tiempo de este proyecto, no es paso menor», ha concluido. La Unión Europea cofinancia el 50% del importe sin IVA del total de la inversión prevista, que se eleva además de 2 millones de euros. La Diputación y administraciones locales participan con un 25% de inversión, respectivamente.

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