Diari Més

Los testigos confirman que el asesino de su expareja en Salou lo asediaba para volver con ella

El hombre acudió a una comisaría y confesó los hechos «muy tranquilo» y con «frialdad», según los mossos

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El hombre que mató la expareja en Salou, clavándole 40 cuchilladas dentro del coche de ella, lo asediaba con mensajes de móvil y llamadas para reanudar la relación. Así lo han asegurado este lunes los familiares y conocidos de la chica que han declarado en la Audiencia de Tarragona. Por su parte, los mossos han explicado que, después de cometer el crimen, el hombre se presentó a la comisaría y «muy tranquilo» confesó «que la amaba mucho y que la había matado». También los admitir que se había intentado suicidarse con una cuerda, pero que no había salido adelante. La fiscalía y la acusación popular solicitan 23 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento, mientras que la defensa quiere que los hechos se consideren un homicidio.

En la primera sesión de la vista oral, los familiares de la víctima han explicado que, el febrero del 2017,AbderrahmaneHammou «desapareció» y se fue a Marruecos sin decir nada a nadie. Según han declarado,Fadouadejó el piso de la Pineda donde vivía con el acusado y se trasladó a vivir con la hermana gemela y su marido en Vilafortuny, en Cambrils. «Nadie entendía nada y ella estaba confundida y con ansiedad por no saber nada de él», ha afirmado la hermana grande ante el jurado popular. La víctima y el acusado hacía cerca de ocho años que eran pareja, peroFadua, de 30 años, empezó una relación sentimental con otro chico en abril.

Hacia junio,Abderrahmanevolvió a Cataluña e intentó contactar con la chica enviándole mensajes a ella, a familiares suyos y, incluso, al propietario de la heladeríadonde trabajaba. Según la hermana de la víctima,Fadouase quejaba que «la molestaba» y decidió cambiar de número de teléfono. La última pareja de la chica, además, ha dicho que vio el acusado dando vueltas por el restaurante donde trabajaba. La víctima, pero, no lo quiso denunciar por «acoso» porque creía que «no era capaz de hacer nada», según le habría dicho al cuñado.

Según la hermana grande deFadoua, la pareja tenía problemas como cualquier otra, pero últimamente las peleas eran casi «diarias» y la chica estaba «extraña». En este sentido, una compañera de trabajo ha explicado que la joven le había confesado queAbderrahmanela había agredido físicamente en alguna ocasión. Todos los testigos se han mostrado convencidos queAbderrahmanesabía perfectamente queFadoua había empezado una relación con otro chico.

El hombre se intentó colgar antes de confesar el crimen

El 25 de junio del 2017, entre las cinco y media y las seis y media de la madrugada, el acusado esperó la chica en un lugar próximo al domicilio deVilafortunyy subió a su coche con la intención de «dialogar sobre el estado de la relación», según la fiscalía. Se fueron juntos por la carretera T-325, más conocida como el vial deCavet, que une Salou y Cambrils. A la altura del punto kilométrico 1,9, pero, la chica paró el vehículo de forma repentina dado que el acusado, por sorpresa, sacó un cuchillo de 19 centímetros de hoja y 14 de empuñadura, y le propinó golpes y unas 40 cuchilladas en varias partes del cuerpo.

Después de cometer el crimen, hacia las ocho y media de la mañana acudió a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Salou. Este lunes, los agentes han relatado que el hombre llegó descalzo, demacrado y con manchas de sangre en los pantalones, y que el primero que hizo fue pedir un vaso de agua. A continuación, les confesó «que había matado su mujer y que la amaba mucho».

Según uno de los mossos, el hombre les detalló que, durante el trayecto en coche, «ella aparcó, empezaron a discutir y él le clavó cuchilladas». El detonante, según el acusado, habría sido el hecho que ella le dijo «que había rehecho su vida y que tenía una pareja». A continuación, el hombre se fue del lugar sin tocar nada y, según dijo a los agentes, se intentó suicidar «varias veces» ligándose una soga al cuello. Aun así, no lo consiguió, y finalmente optó por ir andando a comisaría.

Todos los mossos que interactuaron con él han manifestado este lunes que les sorprendió que el hombre estuviera «muy tranquilo, calmado y colaborador». Los agentes han detallado que el acusado explicó los hechos «fríamente» y de una manera bastante concisa, y que incluso les pedía que lo detuvieran porque había actuado mal.

Después de que la policía tuviera conocimiento de los hechos, una patrulla de tráfico fue la primera en llegar al lugar del crimen. Uno de los agentes ha confirmado que la chica presentaba numerosos cortes en la cara y el cuerpo, que estaba sentada en el asiento del conductor y apoyada al asiento del acompañante, casi en posición fetal y todavía con el cinturón abrochado. La patrulla encontró el cuchillo «de grandes dimensiones» en el interior del turismo y también observó marcas de un frenazo brusco al asfalto.

La defensa dice que el crimen fue un homicidio

La fiscalía y la acusación popular -ejercida por el Ayuntamiento de Cambrils- mantienen que los hechos constituyen un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con el agravante de parentesco y la atenuante de confesión. Por este motivo, piden una pena de 23 años de prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 1.000 metros o comunicarse con los familiares de la víctima durante un periodo de 25 años. En concepto de responsabilidad civil, quieren que el acusado indemnice los padres de la chica con 100.000 euros por el perjuicio moral causado y a la hermana con otros 90.000 euros.

A su vez, la defensa considera que los hechos corresponden a un delito de homicidio porque no hubo alevosía ni ensañamiento -en base a la teoría que la primera herida ya habría estado mortal-. Además, el abogado del acusado, PauAlbiac, ha explicado que pedirá los atenuantes de confesión y de arrebato -o estado pasional-. La declaración del acusado está prevista para el miércoles.

tracking