Diari Més

Protesta

Un centenar de transportistas rechazan con marchas lentas el desvío obligatorio por la AP-7

Estudian más paros a partir de enero si la administración no atiende sus demandas

Plano general de la marcha lenta de camiones por la AP-7 en sentido Tarragona.

marcha lenta, transportistas, protesta, camionerosACN

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Un centenar de transportistas de Tarragona, según la Federació Empresarial d'Autotransporte de Tarragona (FEAT), han hecho una marcha lenta para rechazar las condiciones del desvío obligatorio de camiones por la autopista después de las restricciones en la N-340. Aunque desde el 15 de noviembre los camiones ya pueden acceder a los puntos de carga y descarga por los accesos más próximos en el sentido de la marcha, el sector recuerda que todavía hay que resolver varios temas pendientes. Reclaman que la bonificación sea total y que se planteen soluciones a cuestiones como la circulación de los transportes especiales o cuellos de botella detectados en la red vial. La marcha lenta ha provocado problemas de circulación en la N-340, en la A-7 y, especialmente, en la AP-7, entre Altafulla y Tarragona, en sentido sur, donde se ha formado una cola de unos 11 kilómetros.

Según el presidente de la FEAT, Josep Lluís Aymat, el Comité Nacional del Transporte ha planteado una serie de puntos para negociar con Fomento, entre los cuales la petición de bonificación total. En caso de que las demandas no sean atendidas, el sector estudiará hacer paradas a partir de la segunda quincena de enero.

La de este miércoles, en plena operación salida del puente de la Purísima, no es la primera marcha lenta que los transportistas convocan para hacer oír sus reivindicaciones. La última convocatoria fue el 11 de octubre. Más tarde, convocaron otra, a las puertas de Todos los Santos, que se acabó desconvocando porque entendieron que la Generalitat estaba dispuesta a negociar. Aymat ha apuntado que creían que se podría debatir sobre la gratuidad, las incorporaciones para poder disfrutar de las bonificaciones o las condiciones de los transportes especiales. «Son cosas que se han quedado en una mesa de negociación fantasma, que se prometió que se constituiría y todavía esperamos», ha lamentado.

En esta línea, ha criticado que no hay «mucha voluntad política para arreglar los problemas» y que, independientemente del sentido de la marcha por la carga y descarga, que es la única medida que se ha modificado, hay más cuestiones pendientes. La FEAT denuncia que para acceder a las bases de las empresas y para hacer descansos, poner combustible o cualquier tipo de avituallamiento en ruta, «sigue vigente el criterio que el acceso tiene que ser el más próximo a la autopista sin tener en cuenta el sentido de la marcha del camión, obligando por lo tanto a seguir haciendo kilómetros».

Además, el sector sigue reclamando la gratuidad del peaje para los tráficos obligados por la autopista y, en el peor de los casos, una compensación mínima del 75%. «Si vamos obligados por la autopista, no tenemos que engordar a la caja del concesionario», ha denunciado Aymat, que dice que «es un agravio añadido» tener una bonificación máxima del 50% cuando en otros territorios llega al 75%.

También quiere una resolución para los transportes especiales a fin de que puedan continuar con la operativa actual, eliminar la obligación de hacer entradas y salidas no necesarias para poder ser bonificado, adecuar accesos, rotondas y cuellos de botella, y resolver la «insuficiente capacidad» de las áreas de la autopista.

La FEAT lamenta que la medida que restringe los camiones a la N-340 «señala y criminaliza el sector», a quién creen que culpabilizan de la siniestralidad. Para los transportistas, son las administraciones quienes «se han despistado y fracasado en su misión de tener las infraestructuras en correcto estado», según Aymat.

Los transportistas han salido desde el polígono Riuclar, donde han preparado los camiones con pancartas que reclamaban 'Prou peatges'. Después, han empezado a circular con marcha lenta por la A-7 y la N-340 en sentido Altafulla, donde han entrado a la AP-7 en sentido sur para continuar el trayecto a una velocidad muy reducida hasta Riuclar, siempre ocupando todos los carriles. Durante todo el trayecto, han hecho sonar los cláxones.

Aparte de Tarragona, una veintena de camiones han hecho una marcha lenta entre Bellvei y El Vendrell, en el Baix Penedès. La protesta prevista en Terres de l'Ebre se ha acabado desconvocando.

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