Diari Més

«Ya no somos la hermana pobre de la micología»

Se ha publicado un inventario micológico de las Montañas de Prades y los bosques de Poblet y Vimbodí

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Este fin de semana se ha celebrado en Prades la Festa del Bolet, un acontecimiento de divulgación para todos los públicos que ha tenido como protagonistas a tres expertos de la Asociación Micológica de Tarragona: Francisco Barrajón, Mercedes Pigem y Adela Mas. Los tres son autores del libro Setas de las Montañas de Prades y los bosques de Vimbodí y Poblet (Cossetània/Lectio), un extenso inventario de las setas que crecen en este paraje del Baix Camp y la Conca de Barberà. El libro es fruto de un trabajo intensivo que se ha prolongado llevarán tres años, y que ha comportado cerca de 400 visitas a las montañas con el fin de localizar, fotografiar y catalogar todas las especies que crecen. «Al final el libro incluye 983 especies de setas, por poco no hemos llegado al millar. Y eso que han sido unos años malos para las setas, si hubiera coincidido con este año, seguro que habría más. De hecho, desde que cerramos el libro hemos ido encontrando más especies que no salen», explica Mercedes.

Entre las páginas se encuentran las setas más buscadas por los micrófagos, como el níscalo, pero también auténticos tesoros que han puesto en las Montañas de Prades en un escaparate que hasta ahora les estaba vetado: «Hemos inventariado medio centenar de setas que son muy raras, no ya sólo a nivel de Cataluña, sino también de la Península o de Europa. Hasta ahora en Tarragona éramos la hermanita pobre de la micología en Cataluña, donde dominaba sobre todo Gerona, el norte de Barcelona y un poco Lérida. Con este libro hemos puesto en valor las Montañas de Prades y hemos dicho ‘señores, aquí hay más de un millar de especies», reivindica Francisco Barrajón.

Unos bosques ricos

Micológicamente parlante, «los bosques de Prades son muy ricos, y con una gran variedad de árboles y de suelos, hecho que permite que haya una gran variedad de setas», detalla Adela Mas. Este hecho, que micológicamente es interesante, también atrae a muchos buscadores de setas. Una cuestión que, asegura Francisco, a a los micólogos no los perjudica, en la medida en que los micròfags se limitan a recoger, por desconocimiento, seis o siete especies como mucho. Sin embargo, el micólogo admite que se le plantea un dilema: «Intentamos que la gente conozca más y mejor las setas comestibles, de hecho en el libro hay un capítulo que se llamaSetas buenas comestibles . Pero, al final, no tengo del todo claro que eso tenga que ser bueno».

Lo que sí que tienen claro es la necesidad de poner de manifiesto el estado de suciedad del bosque y el poco cuidado que a veces se tiene con especies poco conocidas: «En los bordes de los coches, allí donde aparcan, solemos encontrar montañas de setas chafadas. La gente tendría que tener la precaución de devolver las setas desestimadas en el bosque», explica Mercedes.

El libro, que se presentó este sábado en Prades, se ha editado en catalán y en castellano, y los autores han decidido que los beneficios de su venta se destinarán a la Asociación Aurora -Salud|Saludo Mental, Territorio y Paisaje.

tracking