Vecinos de la Pineda denuncian la celebración de una fiesta ilegal durante toda la nocheen un parking público

Este viernes a las 11 de la mañana todavía se podían ver una treintena de vehículos que, como un campamento improvisado, mantenían la fiesta al parking del lado de la discoteca Pachá de la Pineda, en Vila-seca.

Se trata de una fiesta que se organizó después del cierre de la discoteca. Centenares de clientes se reunieron al parking y en vehículos 'tuneados', empezó a sonar la música a todo volumen. Los mismos vehículos servían también como fuentes de luz, que simulaban un local de fiestas.

Uno de los vecinos del bloque que hay al lado de la discoteca explicaba el calvario que ha pasado durante la noche, en la que le ha sido imposible dormir. «A las 11 de la noche, cuando todavía iba la discoteca, ya estaban instalados al parking, y con las ventanas bajadas y todo cerrado ha sido imposible poder ver la televisión», explicaba el vecino, que ha llamado varias veces a la policía local para denunciar la situación. «Han venido, pero con muy poca gente y era imposible que hicieran nada ante la enorme cantidad de gente que había en la fiesta del parking».

A las 6,50 h de la mañana, nuevamente agentes de la policía local han aparecido a la fiesta, acompañados de una furgoneta de los Mossos d'Esquadra, que según han confirmado fondos del cuerpo, ha participado como apoyo de la policía local. Como en cada ocasión que ha aparecido la policía, como explicaba el vecino, «los de la fiesta bajaban el volumen de la música, pero en el momento que la policía se marchaba, todo continuaba igual».

El vecino ha decidido reclamar la actuación policial a través del 112, «me querían derivar a la policía local, pero ya los he dejado bien claro que no hacía falta y que tenía que quedar constancia de mi llamada reclamando una actuación», añadía el vecino, que ha vuelto a quejarse al 112 nuevamente a las 08.15 h de la mañana. «En torno a las 10 de la mañana han vuelto a aparecer la policía local y los Mossos d'Esquadra, que han entrado y han hablado con ellos. Pero todavía estan ahí», explicaba a media mañana del viernes este vecino.

La imagen de los vehículos con la música en todo volumen y pérgolas habilitadas para bailar todavía se podía ver este viernes por la mañana, y acompañada del tradicional mercadillo ambulante en la zona, con los turistas y compradores paseando por el lado.