Diari Més

Los Mossos ven indicios de irregularidades en las cuentas bancarias del exalcalde de Querol

Declaran en la Audiencia de Tarragona a los principales acusados en el juicio por una supuesta trama de corrupción urbanística

Los cuatro acusados sentados en el banquillo -con sus abogados-, en el juicio por|para un caso de corrupción urbanística en Querol.

Los Mossos ven indicios de irregularidades en las cuentas bancarias del exalcalde de QuerolACN

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Los Mossos d'Esquadra han detectado irregularidades en las cuentas bancarias del exalcalde de Querol (Alt Camp), Miguel Uroz, uno de los cerebros de la supuesta operación urbanística para revalorizar una zona donde se había empezado a hacer una urbanización, entre 2002 y 2007, que se juzga en la Audiencia de Tarragona. Este jueves declaran a dos políticos, un empresario y el antiguo arquitecto municipal, sentados en el banquillo, -inicialmente eran seis acusados, pero sobre dos de ellos se declaró prescrita su responsabilidad. En las cuentas los Mossos han encontrado un importante desfalco entre los ingresos declarados y de origen «desconocido». La vista oral se ha reanudado después de unos días de interrupción precisamente para aclarar los movimientos de un depósito bancario de Uroz, que compartía con su hijo. El hijo, que se dedica al sector inmobiliario, ha declarado como testigo, haciéndose el «único» responsable de la cuenta. Por su parte, Uroz, con 85 años y todavía concejal, se ha negado a declarar por recomendación del letrado. La fiscal pide penas de prisión de 4 años, si bien podrían verse rebajadas en las conclusiones definitivas.

Recta final en el juicio por|para el escándalo urbanístico en Querol. Se juzgan unos hechos que se remontan a dieciséis años atrás, entre el 2002 y en el 2007. Durante este periodo, se habría orquestado esta operación urbanística en una finca denominada el Arboçar -ahora en manos de Solvia- con la cual varias personas se habrían lucrado, entre cargos públicos, el arquitecto municipal y empresarios. El caso llegó a los juzgados de Valls el año 2010 que vio indicios de corrupción y remitió la documentación en la Audiencia. A causa, sin embargo, de la dilación que acarrea el proceso judicial, algunos de los implicados en la supuesta trama ya no se los puede juzgar. De nuevo investigados inicialmente, sólo cuatro se han sentado en el banquillo. Y de estos, quien sería el máximo responsable, se ha negado a declarar.

Justamente el hijo de Uroz, que ha declarado este jueves -en calidad de testigo-, ha desvinculado a su padre de los movimientos de la cuenta en que compartían titularidad. «Era mío, único y exclusivamente», ha asegurado, remarcando que el padre se limitó a avalarle una póliza y que nunca hizo ningún movimiento. Los Mossos, sin embargo, han aseverado que todas las cuentas del acusado presentan un considerable movimiento de entradas y salidas de ingresos -de sumas «muy altas» que «no se sabe el origen», sin poder concluir si provienen de «prácticas ilegales». Los Mossos también han visto, como un «posible mecanismo de blanqueo de dinero», la petición de un préstamo hipotecario el año 2006 para una segunda residencia de un nieto de Uroz, ya que los agentes no han encontrado tal inmueble.

Después de rastrear los datos bancarios del exalcalde y su mujer, desde el año 2000 y hasta el 2010, los Mossos han descubierto que se efectuaron muchas más entradas de dinero -tanto en efectivo, como en cheques, transferencias, etc. - de las que provienen de los ingresos habituales declarados, es decir salarios, rendimiento de inmuebles -la familia tenía propiedades a Querol y a Barcelona- y de acciones y/o participaciones. A modo de ejemplo, han estimado, sólo teniendo en cuenta las entradas en efectivo, que en las dos cuentas se ingresaron unos 140.000 euros «sin origen conocido». «No decimos que sean de origen ilícito, pero sí que hay indicios», han matizado los agentes. Por otra parte, se han cuantificado todas las entradas de dinero, declaradas a Hacienda, en unos 206.000 euros.

Entre los acusados, han declarado un concejal socialista, que se ha desmarcado de la trama, y el promotor inmobiliario que arrancó a la polémica promoción. El empresario Jordi Riera ha querido dar a entender que el Arboçar era más un problema que una oportunidad. Ha insistido en qué se quería sacar de sobre la finca, que todo eran deudas, que no valía para nada y que ninguna Comisión de Urbanismo aceptaría aquella promoción -al quedar el espacio protegido por la Red Naturaleza. A partir de aquí, ha negado estar implicado en la revalorización que experimentó el terreno parcelado, cuando se revendió, con el beneplácito del Ayuntamiento detrás. Ha reconocido que algunos se enriquecieron con 7 y 8 millones de euros, sin señalar a nadie, pero que él no hace «este tipo de negocios».

Según fiscalía, el guion previsto era que la promotora de Riera -Riecsa-, vendería la promoción del Arboçar a un precio bajo a Havimar, y posteriormente, Havimar revendería a otras sociedades, con el precio revalorizado. Y así se habría hecho. En estos movimientos también se habría implicado al antiguo arquitecto municipal y redactor de los POUM, Ricardo Saúl Sánchez Obaya, el último al declarar, que lo hará este viernes. Después las partes presentarán las conclusiones definitivas. La fiscal ya ha adelantado que rebajará las peticiones y que serán más «favorables». Sólo se enfrentaban a penas de prisión Riera y Uroz. Al exalcalde y exconcejal de Urbanismo se lo juzga por los delitos de prevaricación y revelación de información privilegiada, tráfico de influencias y soborno.

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