La oruga procesionaria del pino invade las calles de Cap Salou

Después de días fríos, este último fin de semana las temperaturas se han suavizado, haciendo que las orugas procesionarias hayan salido del nido, como si ya fuera primavera. En el caso del Cap Salou, donde abundan los pinos, todas las calles se han visto inundadas por estos insectos, ya sean los callejones más secundarios, como la vía principal: la carretera de la Costa. Algunos vecinos se encargaron de pisar todas aquellas orugas posibles, pero poco después, nuevos insectos volvían a pasearse por las aceras en largas hileras de hasta más de un centenar de ejemplares.

En los últimos años, se han intensificado las campañas en contra de esta oruga, con la cual se tiene que ir con especial cuidado por la reacción urticante que generan sus pelos cuando se entra en contacto directo con el insecto. En el caso del Cap Salou, en el 2016 el Ayuntamiento instaló una veintena de cajas nidos en árboles de la zona con el objetivo de atraer gorriones predadores de esta oruga. Dos años más tarde de la puesta en marcha de esta medida preventiva, sin embargo, la procesionaria sigue afectando con virulencia a esta zona favorecida, especialmente, por las temperaturas suaves de los últimos inviernos.

Esta es la plaga más importando del pino mediterráneo, que instala el suyos nidos en las ramas más altas e, incluso, pueden llegar a matar el árbol. Por otra parte, también tiene afectaciones en las personas, por la urticaria que pueden generar y, sobre todo, entre las mascotas, que son los más vulnerables delante de este insecto.