Diari Més

«Para competir en igualdad de oportunidades y no perder inversiones, hace falta el tercer hilo»

Para el máximo responsable de BASF en España, el modelo de convivencia entre química y turismo en Tarragona es «muy exportable»

Carles Navarro, director General de BASF Española.

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— ¿Como de satisfechos les deja el balance de los resultados de este año?

—Muy satisfechos. Veníamos de presentar resultados de -3% el año pasado y ahora hablamos de un incremento de ventas del 1%. Y si rascamos un poco bajo la superficie, en realidad se nos convierte en un 3% de incremento. Me explico. Si descontamos los servicios que facturamos, que no es venta de productos químicos estrictamente, y que es una parte pequeña, entonces este incremento llega al 3%.

— ¿Es decir, excluyendo aquello que no es producción directa de las factorías de BASF?

—Sí, se trata de facturaciones a otras empresas como, por ejemplo, la energía que vendemos en diferentes empresas del site de Tarragona. Eso no lo tendríamos que mezclar con aquello que es nuestro negocio esencial, que es la venta de productos químicos. Así que si comparamos sólo la evolución de ventas de este año con la del año pasado, hemos crecido este 3% que comento. Eso, dentro del mundo BASF, es el crecimiento más alto que ha habido en Europa occidental. Sin duda eso es positivo, sobre todo porque la industria química, aquí en el país, ha tenido un crecimiento de la demanda del 0,7%.

— Hablando de la demanda. Uno de los sectores en los cuales BASF ha crecido volumen de ventas es el de la construcción. ¿Eso es un indicador de recuperación económica como se apresuran a explicitar desde las administraciones públicas?

—Hemos visto una recuperación de la actividad, del sector de la construcción. Pero cuando hablamos de qué estamos contentos de cómo han ido las ventas en este sector, nos referimos claramente a nuestra posición como empresa. En el caso de la construcción, la circunstancia afortunada es que, en un sector que todavía no está creciendo, somos capaces (gracias a la tecnología, a la proximidad con los clientes, al esfuerzo de nuestra división de ventas...) de hacer un crecimiento.

— I en un ámbito más general. Los brotes verdes que los políticos queremos hacernos hacer ver. ¿Desde la perspectiva empresarial, se avistan?

—Sí que los vemos porque hay una mejora importante de la actividad en diversos sectores. La construcción y el automóvil están mejorando, el consumo interno está, claramente, creciendo. Todo afecta a muchas de nuestras industrias: en las pinturas, en los cosméticos, en los detergentes, alimentación, afecta a muchos sectores... Y eso se acaba constatando con los pedidos de los clientes. Por otra parte, vemos que nuestros clientes cada vez exportan más. Es decir, que hay estos dos componentes de crecimiento. Por una parte la demanda interna y de la otra la exportación. España ha experimentado un aumento espectacular de la exportación en los últimos años y eso se tiene que adscribir a la excelente labor de muchísimas empresas.

— En el caso de BASF y más concretamente del site de Tarragona. ¿Cuál es el volumen de producción que acaba destinándose a la exportación?

— En nuestro caso, dos terceras partes de todo lo que facturamos va a exportación y de esta exportación, a Tarragona se produce la parte más importante. Desde el Estado exportamos más de 1.000 millones de euros. No se trata de la cantidad de lo que vendemos a todo el país, sino de aquello que se produce a BASF Española y que se vende fuera, por todo el mundo. Es una buena cifra que pienso que dice mucho de nuestra competitividad.

— Desde BASF siempre se ha mantenido la necesidad de que en Tarragona hay que ejecutar el tercer hilo para garantizar que las empresas puedan mantener la capacidad competitiva. ¿Cómo está actualmente la situación, respecto de su reclamo?

—En el pasado hemos escuchado muchos mensajes y fechas en que tenía que estar acabado. Primero se dijo en el 2015, después en el 2017 y ahora la última fecha que nos han dado es en el 2020. ¿Qué grado de credibilidad le asignamos a eso? Es difícil de decir, porque venimos de una época de incumplimiento de fechas. Ahora bien, sí que parece que por parte del gobierno del Estado hay un compromiso de incremento de inversiones en Catalunya. Si eso fuera así, llegaría tarde, pero llegaría, que es lo que queremos.

— BASF, junto con otras empresas, tiene prevista una inversión de 30 millones para construir una estación intermodal en susite cuando llegue el tercer hilo. ¿El peligro de que no lleguen inversiones a Tarragona por la falta de esta infraestructura continúa vigente?

—Cuando esta infraestructura esté funcionando nuestra competitividad, no tan sólo de BASF sino de todo el polígono y de las empresas que la utilicen, aumentará. Pero el hecho es que ahora mismo, no la tenemos (otros sites de BASF sí que desde hace muchos años disponen de una terminal intermodal) y a pesar de eso, hemos sido capaces de competir. La terminal incrementaría muchísimo el atractivo del polígono y las posibilidades de BASF. Nos pondría al mismo nivel que otros sites del Grupo. Ahora, podemos competir en calificación del personal, en la eficiencia de nuestras plantas, el acceso a centros de investigación... Hay muchos aspectos en los cuales estamos al mismo nivel. En cambio, en las infraestructuras sufrimos un considerable punto negativo.

— Las infraestructuras son un elemento del entorno que los determina, pero la capacidad formativa de este mismo entorno también. ¿Quieren satisfechos, las posibilitadas educativas de proximidad?

—Nosotros tenemos acceso a todo el personal que necesitamos. Siempre que queremos cubrir plazas lo podemos hacer con el perfil que nos hace falta. Desde BASF no percibimos una carencia en este sentido. Otra cosa es que la industria en general, en el Estado y en Cataluña se podría beneficiar de programas de Formación Profesional Dual más extensos y más presentes. En nuestro caso, estamos trabajando muy seriamente, con un programa que denominamos de FP Transnacional, porque es gente que acaba trabajando en Alemania. Cogemos grupos de entre 18 y 20 alumnos del FP de operador químico del Instituto Comte de Rius, los seleccionamos, los formamos en el idioma alemán, los permitimos hacer prácticas en Tarragona y en Ludwigshafen. Y si superan este periodo de formación de dos años, les ofrecemos una plaza permanente de operador químico en Alemania.

— ¿Eso puede abrir vías para otras empresas?

—Si demostramos que gente formada de esta manera es capaz de trabajar a nuestra central, eso quiere decir que pueden trabajar en cualquier lugar del mundo. Tienen la capacitación de operar una planta química con las mejores garantías.

— Hace unos cuantos años uno de los temas recurrentes era el de la compaginación de la química y el turismo. Ahora el sector turístico no para de crecer y el de la química no se detiene. ¿Eso demuestra que son compatibles los dos sectores?

—Sí que es cierto que en el pasado se produjeron más tensiones, malentendidos. Quizás por falta de comunicación. Pero ahora, en los contactos que mantenemos con la administración local y todas las que operan en Tarragona, la verdad es que vemos que hay una actitud muy relajada respecto de la convivencia entre los dos sectores. Y eso es positivo porque es verdad. Realmente no hay ningún problema serio sobre la mesa, entre estas dos industrias. Se puede hablar de episodios puntuales en los cuales hay alguna alteración de esta ‘paz’, pero nada que afecte de manera importante a los planes estratégicos ni del turismo ni de la industria química. Es un ejemplo de convivencia muy exportable.

— Hablamos del ámbito político. Gran parte de la capacidad industrial de BASF en España está en Cataluña. ¿Como empresa, les preocupa o los afecta de alguna manera, el proceso soberanista que se propugna desde la mayoría del Parlamento catalán?

—Siempre estamos vigilantes respecto de todo el que pase no tan sólo aquí, sino en cualquier parte del mundo. En general siempre nos preocupa aquello que pasa en nuestro entorno. La situación política en Cataluña, la verdad es que no nos preocupa, porque no tenemos nada que decir. No somos actores en esta obra y nos limitamos a observar los acontecimientos y defender nuestros intereses comerciales e industriales. No tenemos ninguna visión de los que está pasando como empresa y no nos posicionamos.

El perfil

Director General desde el 2016 Carles Navarro nació en Barcelona en 1964. Es ingeniero químico por el Institutde Sarrià (IQS). Entró en la empresa el año 1989 en varios cargos técnicos y comerciales y es director General de BASF Española desde marzo del 2016. Anteriormente había ocupado la presidencia de BASF Canada Inc.

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