Diari Més

Siete escuelas del territorio todavía tienen materiales tóxicos de amianto en el edificio

Enseñanza no concreta los centros afectados ni hace pública una fecha de retirada, aunque prevé destinar 1 millón de euros

Operarios de una empresa especializada en la retirada de los materiales realizados con amianto, en una imagen de archivo.

Siete escuelas del territorio todavía tienen materiales tóxicos de amianto en el edificioACN

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Un total de siete centros educativos del Campo de Tarragona, entre escuelas e institutos, tienen todavía en sus instalaciones materiales hechos a base de amianto, como el fibrocemento –comercializado sobre todo por la empresa Uralita– que se usaba para las planchas onduladas de cubierta, los tubos de bajantes, los depósitos o en revestimientos decorativos. Lo ha hecho público el Departamento de Enseñanza, mediante un listado donde se ofrecen el número total de centros afectados en Cataluña, en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el partido socialista.

Con todo, la Generalitat no ha hecho públicos los nombres concretos de las escuelas e institutos afectados en cada territorio, ni tampoco ha presentado oficialmente un calendario con las fechas de actuación para eliminar el amianto de unos edificios tan sensibles como estos, que acogen a los más pequeños. Si bien, el Departamento de Enseñanza, encabezado por Meritxell Ruiz, rebaja cualquier tipo de temor asegurando que se programan y ejecutan las actuaciones de retirada y sustitución de este material, «en función del estado de este». Es decir: cuando los técnicos observan que alguna estructura con amianto de las escuelas afectadas puede suponer un riesgo, se retira.

De hecho, el gobierno de la Generalitat ha incluido en el proyecto de presupuestos del año 2017 una partida de 1 millón de euros para retirar estos elementos de los centros educativos de titularidad pública. Y es que las siete escuelas e institutos del Campo de Tarragona no son más que una pequeña parte de la problemática que tiene que afrontar la administración catalana: en el resto de Cataluña hay 284 centros de docencia infantil, primaria y secundaria más, con estos elementos cancerígenos en sus instalaciones.

Destaca especialmente la demarcación de Lérida con 193 escuelas e institutos afectados, serie de lejos por el área del Vallès Occidental con 47 centros y la Cataluña Central con 22 edificaciones de uso docente. Las Tierras del Ebro en cambio, sólo tienen una escuela con esta problemática.

Se trata de un tema ciertamente preocupante, teniendo en cuenta que la Organización Mundial de la Salud ya ha reiterado en varias ocasiones que este conglomerado de minerales naturales fibrosos «son cancerígenos para el ser humano». Según un informe encargado por el Ministerio de Trabajo y elaborado por arquitectos técnicos y químicos, el riesgo de inhalar las partículas es alto cuando el asbesto –también denominado así– está expuesto reiteradamente en los agentes climatológicos y degradantes atmosféricos, por la facilidad de envejecimiento y pérdida de conservación. Eso, según el documento, «da al fibrocemento la capacidad de soltar fibras, considerándose en este punto, de alto riesgo».

Lo que alerta a otros expertos consultados es, que las estructuras de amianto tienen una vida media de entre 40 y 50 años antes de empezar a degradarse, y teniendo en cuenta que el boom en la utilización de este material se produjo en España entre 1960 y 1984 –según el informe del Ministerio-, las problemáticas de salud derivadas, podrían ir en aumento superado ya este periodo.

Oncólogos piden retirarlo

El Servicio de Epidemiología y Riesgo de Cáncer del Instituto Catalán de Oncología ya había advertido años atrás de la imperiosa necesidad de eliminar el amianto de cualquier lugar, ya que con una exposición prolongada y directo, puede llegar a causar «fibrosis pulmonar, placas pleurales, cáncer de pulmón y mesotelioma maligno pleural e intestinal». De aquí que tiren un mensaje muy directo: «La evidencia sugiere que no hay un nivel de seguridad, es decir, que no existe una concentración de fibras sin riesgo para el organismo. Cualquier fuente potencial de contaminación tiene» que ser eliminada.

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