Diari Més

Casi 4.700 personas dependen de la renta mínima de inserción laboral para subsistir

Los titulares directos en la demarcación de Tarragona hasta este mayo son 1.645, un 8% más que el año anterior en este mismo periodo de tiempo

Imagen de archivo de una vista panorámica de la ciudad de Tarragona.

Casi 4.700 personas dependen de la renta mínima de inserción laboral para subsistirCristina Aguilar

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Hasta 4.694 personas dependen actualmente del salario social o renta mínima de inserción laboral (RMI) en la demarcación de Tarragona. Esta cifra ha crecido en los últimos años. De hecho, según los últimos datos facilitados por el departamento de Trabajo, la Generalitat ha concedido, hasta este mayo, 1.645 prestaciones, mientras que, un año atrás, el total de titulares era de 1.518. De esta manera, ha aumentado en un 8% el número de personas que reciben esta ayuda, también conocida como Pirmi, popularmente. Un año atrás, el número de beneficiarios era de 4.483, hecho que se explica porque, de cada ayuda, acaba dependiendo la pareja y los hijos del titular.

Así, se puede apreciar como los estragos de la crisis económica siguen en pie, aunque los requisitos para conseguir esta ayuda concreta se han endurecido en los últimos tiempos. Con el fin de acogerse a esta prestación de al menos 423 euros en el mes hay que estar empadronado en Cataluña, con una residencia continuada y efectiva de 2 años y, en el caso de las personas extranjeras, hay que tener vigente el permiso de residencia. De entrada, la normativa catalana permite recibir esta ayuda a las personas de entre 25 y 65 años, siempre y cuando no tengan derecho a otras prestaciones públicas o ingresos de cualquier tipo que superen la RMI. También hay que haber constituido un hogar independiente, como mínimo, un año antes de efectuar la solicitud.

Desde Càritas Diocesana de Tarragona constatan que, aunque una persona reciba esta prestación que se inició el año 2012, los beneficiarios siguen necesitando la ayuda de entidades y organizaciones benéficas humanitarias porque el salario social no cubre los gastos y necesidades básicas.

La coordinadora de Acción Social de Càritas en Tarragona, Pilar Ribas, destaca que «para pagar un alquiler, agua, electricidad y la comida no se llega con el salario social y atendemos a mucha gente derivada de Servicios Sociales que perciben esta ayuda». Ribas subraya que, desde la creación de la prestación, «hemos detectado que en las comarcas donde actuamos desde la Diócesis, siempre han estado mucho por detrás del resto de demarcaciones en solicitudes de esta prestación». No obstante, remarca que «entre el 2014 y el 2015, el número de peticiones ha crecido considerablemente. Ha sido el aumento más notable». Este crecimiento fue del 25%.

Mujeres, principales demandantes

Con respecto a la petición de ayuda, desde Càrtias Diocesana de Tarragona explican que el perfil mayoritario demandante se centra en mujeres de entre 45 y 64 años. «Podemos decir que el 69% de las personas que vienen como titulares a pedirnos ayuda son mujeres. En los últimos años ha crecido, ligeramente, la tendencia con respecto a los hombres, pero todavía no es predominante», explica Pilar Ribas. En este sentido, detalla que «en su mayoría, son cabezas de familia y detrás suyo hay el marido, los hijos o el novio». A la vez, desde la organización han detectado un aumento de personas de la tercera edad que piden ayuda. «Las pensiones cada vez son más escasas y las personas mayores no tienen apoyo. Hay muchos hijos que han tenido que devolver en casa a los padres y depender de las pensiones de los abuelos», lamenta Ribas.

A lo largo del 2015, Càritas Tarragona atendió directamente a 6.487 personas, hecho que ha supuesto 20.153 beneficiarios. De estos, un 3,7% eran personas activas ocupadas y un 14,7% de inactivas, es decir, principalmente pensionistas. Con respecto a familias monoparentales, estos representan el 22% del total de personas que han recibido ayudas de Càritas, casi una cuarta parte del total.

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