Diari Més

Encuentran un fármaco que hace más eficaz la quimioterapia y la inmunoterapia

El Vall d'Hebron y la URL descubren una molécula que inhibe un factor de malignidad de los tumores

Imagen del estudio español que muestra avances en el tratamiento del cáncer de pulmón precoz.

Un estudio español muestra avances en el tratamiento del cáncer de pulmón precozEfe

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Un estudio liderado por el Vall d'Hebron y la Universidad Ramon Llull (URL) ha descubierto un nuevo fármaco que podría mejorar la respuesta a los tratamientos contra el cáncer. Se trata de la molécula EB1, que bloquea la proteína MNK1, que es la que activa el factor eIF4E, uno de los que permite que las células tumorales sobrevivan a los tratamientos. Al inhibir la proteína, la quimioterapia o la inmunoterapia serían más eficaces y el paciente tampoco sufriría tantos efectos secundarios. Esta molécula se probará para cáncer de mama y de próstata, pero se espera que pueda ser útil para el tratamiento de cualquier tipo de tumor.

El trabajo colaborativo ha sido liderado por el grupo de Patología Molecular Translacional del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y el grupo de Química Farmacéutica (GQF) del IQS School of Engineering (Universidad Ramon Llull). El trabajo, publicado en 'Journal of Medicinal Chemistry', se encuentra en fase de desarrollo preclínico y se ha llevado a cabo en colaboración con el grupo de Investigación Biomédica en Urología del VHIR y el CIBER de Càncer (CIBERONC).

Estudios previos liderados habían identificado la proteína MNK1 como una posible diana terapéutica para el tratamiento del cáncer. MNK1 es la encargada de activar el factor eIF4E, que se considera de mal pronóstico de muchos tipos de tumores por permitir que las células tumorales sobrevivan a los tratamientos y, por lo tanto, se relaciona con la resistencia a terapias convencionales. En este trabajo se ha estudiado un fármaco (conocido como EB1) que bloquea MNK1 y, por lo tanto, también la activación del factor eIF4E. «La inhibición de esta vía no tiene un efecto antitumoral por sí misma, pero si se administra conjuntamente con quimioterapia o inmunoterapia evitaríamos que las células tumorales sobrevivieran y mejoraríamos los resultados obtenidos con estos tratamientos», explica Stefan Hümmer, investigador del grupo de Patología Molecular Translacional del VHIR y del CIBERONC. Hay que destacar, además, que la vía activada por MNK1 no tiene funciones imprescindibles para las células sanas, por lo tanto, su eliminación no produciría otros efectos secundarios no deseados.

No es la primera vez que se prueban fármacos contra esta vía celular. Sin embargo, el fármaco EB1 presenta un mecanismo de actuación innovador que disminuiría los efectos secundarios que producen otros tipos de inhibidores de MNK1. Generalmente, los inhibidores de esta proteína se unen al mismo lugar que el ATP, una molécula necesaria para poder llevar a cabo la función principal de activación de EIF4E. «Los inhibidores habituales impiden la función principal de MNK1, pero pueden producir la activación no deseada de funciones secundarias. En cambio, en este estudio llevado a cabo en células, hemos comprobado que EB1 inactiva MNK1 completamente y evita así que se causen efectos indeseables», asegura José I. Borrell, coordinador del grupo de Química Farmacéutica (GQF) del IQS School of Engineering (Universidad Ramon Llull).

Los investigadores del trabajo destacan sobre todo la baja toxicidad del fármaco, el cual no tendría efectos secundarios en las células sanas. Además, el hecho de sensibilizar las células tumorales frente a los tratamientos estándar permitiría reducir la dosis de quimioterapia y, por lo tanto, disminuir también los efectos secundarios de la terapia primaria.

Con el objetivo de llegar en la práctica clínica, actualmente se está estudiando qué combinaciones con tratamientos existentes, tanto de quimioterapia como de inmunoterapia, permiten mayores beneficios para los pacientes. En el caso de la inmunoterapia, EB1 podría evitar que las células tumorales escapen del reconocimiento del sistema inmunitario, una de las causas por las cuales estas estrategias de tratamiento pueden no tener buenos resultados. «empezamos a estudiar su eficacia en cáncer de mama y de próstata, pero pensamos que es posible aplicarlo para cualquier tipo de tumor porque los mecanismos de resistencia a la mayoría de los tratamientos son similares», concluye Santiago Ramon y Cajal, jefe de Patología Molecular Translacional del VHIR, de Anatomía Patológica del Hospital Vall d'Hebron y del CIBERONC.

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