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Media docena de históricos alcaldes socialistas se retirarán del área metropolitana por las municipales del 2023

Jaume Casas, alcalde de la Riera de Gaià y el más veterano de toda Cataluña, no se volverá a presentar

Plano medio de un sancarlense que ejerce su derecho al voto en la consulta popular.

Gran afluencia de sancarlenses para votar en la consulta popular sobre el nombre del municipio de Sant Carles de la RàpitaACN

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El área metropolitana de Barcelona despedirá en el 2023 hasta media docena de históricos alcaldes socialistas, que no repetirán a las elecciones municipales del 2023. Abandonarán el 'cinturón encarnado' Josep Mayoral (Granollers), Josep Perpinyà (Sant Just Desvern) y Antoni Poveda (Sant Joan Despí), entre otros veteranos dirigentes del PSC, que mantendrá, en cambio, a sus candidatos a grandes feudos como Cornella de Llobregat, l'Hospitalet de Llobregat o Viladecans. Al conjunto de Cataluña, cuatro de los alcaldes más longevos no tienen clara su continuidad. El más veterano de todos, sin embargo, dice que ya es hora de plegar.«Anar ante las cosas cada vez cansa más», explica a la ACN Jaume Casas, alcalde de la Riera de Gaià (Tarragonès) desde 1983.

Casas siempre ha representado el espacio de la antigua Convergencia -ahora Junts por la Riera- y se mostra«orgullós» del trabajo hecho. Su hijo -que ya es concejal- quiere tomarle el relevo y será el cabeza de lista de la formación en las municipales del 2023.

Quien también se despedirá de la política municipal es Joan Giraut. Entró en el mundo de la política en 1987 cuando se convirtió en concejal del Ayuntamiento de Platja d'Aro (Baix Empordà). En 1991 consiguió la alcaldía y la revalidó cuatro veces. Después de un paréntesis por una moción de censura, en el 2011 retornó a la alcaldía, revalidándola en el 2015 y en el 2019.

Relevos en Tarragona

Con la salida de Casas de l'Ajuntament de la Riera de Gaià, todo apunta que el título honorífico de alcalde más longevo de la comarca será para Joan Maria Sardà (UAS-Pobla), de la Pobla de Mafumet. Es el alcalde del municipio desde 1995 y, si no hay cambios de última hora, se presentará a la reelección.

En el Baix Camp, el alcalde de l'Argentera, Lluís Maria Castellví, dejará el cargo después de 35 años y, un total, de 40 años en política. El alcalde asegura que su voluntad es terminar -«la mía mujer hace 24 años que me lo pide», precisa- y dar paso a los más jóvenes, aunque asegura que todavía no ha encontrado relevo .«El 95% de las posibilidades es que no me presente, estoy buscando el relevo y es una complicación», afirma.

En la Conca de Barberà, el alcalde de Montblanc, Josep Andreu, oficializará que volverá a ser cabeza de lista el próximo septiembre, una vez pase la fiesta mayor del municipio. De momento, no ha querido avanzar con qué siglas se presentará, pero ha señalado que lo hará con una força«transversal», vinculada a Junts.«Si los compañeros creen que tengo que ser yo la persona que encabece la lista, estaré sabroso», expresa.

En cambio, en las Tierras del Ebro, Joaquim Paladella, alcalde de Batea (Terra Alta) desde 1991, ya tiene claro que volverá a contribuir por novena ocasión consecutiva como cabeza de lista a las elecciones municipales. Carismático y controvertido, alguna de sus decisiones recientes levantó bastante alboroto mediático, como cuándo amenazó con celebrar una consulta para segregar el pueblo de Cataluña y anexionarlo al Aragón para denunciar el déficit de inversiones de la Generalitat.

Todavía no tiene claro del todo si repetirá otro alcalde ebrense del PSC que suma ya cinco mandatos consecutivos. Elegido por primera vez el 2003, Joan Castor Gonell busca ahora que alguno de los jóvenes que sube con fuerza a la órbita de su candidatura lo releve como cabeza de lista socialista por Sant Jaume d'Enveja (Montsià). Admite, sin embargo, que la tarea no está resultando fácil y, por lo tanto, todavía no descarta repetir por sexto golpe consecutivo como alcaldable.

Continuidad en las capitales

Excepto a Girona, todos los dirigentes de las capitales catalanas intentarán repetir. Alcaldesa desde el 2015, Ada Colau optará a un tercer mandato con el objetivo de«consolidar» el proyecto de los comunes en Barcelona, pero asegura que será el último. Si finalmente continúa en el consistorio barcelonés y agota la legislatura, Colau se convertirá en la segunda alcaldesa más longeva de la ciudad condal (en democracia) después de Pasqual Maragall.

En el 2023 también será la última vez que se presente Pau Ricomà, alcalde de Tarragona desde el 2019 y que en marzo fue reelegido como candidato de ERC. El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, repetirá como cabeza de lista de ERC a las próximas elecciones municipales e, incluso, sitúa el seu«horitzó» en el 2030.

Por el contrario, la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, no volverá a encabezar la lista de JxCat en la alcaldía de Girona por las municipales del 2023.«Sempre he defendido que en una ciudad tan importante como Girona hay que renovar liderazgos en plazos relativamente cortos, y creo que lo óptimo es no ir más allá de dos mandatos», defensa.

Veteranos indecisos

En las comarcas gerundenses, dos históricos dirigentes municipalistas dudan si optar a un duodécimo mandato. En Torroella de Fluvià (Alt Empordà), Pere Moradell (PSC) ganó las elecciones municipales el 3 de abril de 1979 -las primeras en democracia- y desde aquel día ha revalidado el cargo en los once comicios que han venido después. Más de 40 años al servicio del municipio, Moradell veu«probable» repetir de cara a las elecciones del próximo año.

En la misma situación está el alcalde de Fogars de la Selva (Selva). Josep Vilà (Independientes Hogares) tiene 71 años y ya está jubilado, pero los vecinos del municipio todavía no saben si su alcalde desde 1979 se volverá a presentar. Tampoco lo saben en Puigverd d'Agramunt, en la demarcación de Lleida, donde también tienen el mismo alcalde desde hace 43 años. Joan Eroles, que a las pasadas elecciones se presentó bajo la marca Junts por Puigverd, todavía no ha revelado si se presentará o no a los próximos comicios.

Una condena por prevaricación sacó del podio municipalista a Joan Campolier, exconvergent ahora al frente de la agrupación Ahora y Siempre Santa Susanna. El histórico alcalde maresmense gobierna con mayorías absolutas desde 1976, pero tuvo que dejar el cargo entre el 2007 y el 2011 por prevaricación. Los asuntos judiciales, en los que continúa inmerso, no le han pasado factura y después de la condena ha repetido victoria electoral en el 2011, en el 2015 y en el 2019. Campolier tampoco ha dicho qué hará en el 2023.

La región metropolitana despide alcaldes históricos del PSC

En la región metropolitana, hasta media docena de históricos dirigentes socialistas no contribuirán a las próximas elecciones municipales. Es el caso de Enric Llorca, alcalde de Sant Andreu de la Barca (1995-2021); de Josep Perpinyà, alcalde de Sant Just Desvern (2004-2020) o Josep Mayoral, alcalde de Granollers (2004-2022). También ha terminado Miguel Delgado, de Castellet i la Gornal (1999-2022).

Por otra parte, el exalcalde de Sant Joan Despí, Antoni Poveda, está acabando el mandato como concejal, después de anunciar su renuncia a la alcaldía el pasado mes de septiembre, después de quince años al frente del consistorio. Una jugada calcada es la del exalcalde de Mollet del Vallès, Josep Monràs, que sigue como concejal 31 años después, pero poniendo ya fin a una trayectoria de diecinueve años como alcalde. Al margen del PSC este también será el último mandato de Joan Carles Garcia, alcalde de Tordera desde 1995.

En la esfera socialista, sin embargo, todavía hay nombres que seguirán sonando en el 2023, especialmente en el tradicional 'cinturón encarnado'. Excepto sorpresas, seguirán como candidatos a Antoni Balmón a Corneja de Llobregat (alcalde desde 2004), Carles Ruiz en Viladecans (alcalde desde 2005), Pilar Díaz en Esplugues de Llobregat (alcaldesa desde 2006) o Núria Marín en l'Hospitalet de Llobregat (alcaldesa desde 2008). También prevé seguir a Xavier Amor en Pineda de Mar (alcalde desde 2007).

Pocos alcaldes históricos en Lleida

En la demarcación de Lleida la mayoría de alcaldes históricos que había desde la recuperación de la democracia ya terminaron antes de las últimas elecciones municipales de 2019. Uno de los más veteranos, de hecho el más veterano de todo Cataluña, Ramon Pintó, alcalde de la Granyanella (Segarra) desde las primeras elecciones democráticas, murió ahora hace un año a los 73 años. Presidió el consistorio con mayoría absoluta desde abril de 1979 iniciando su etapa con las siglas de la UCD, siguiendo con CiU y finalizando con Junts.

No obstante, en la demarcación de Lleida hay alcaldesas de ciudades importantes que acumulan unos cuantos mandatos consecutivos. Es el caso de Mollerussa, gobernada por Marc Solsona (PDeCAT) desde 2010, cuando consiguió la alcaldía después de la renuncia de la socialista Teresa Ginestà. Desde entonces ha encadenado tres mandatos seguidos con mayoría absoluta. Solsona todavía no ha anunciado si se volverá a presentar el año que viene y tampoco con qué formación política lo haría.

Comarcas centrales

En una situación similar se encuentran en las comarcas centrales. En Osona, hay algunos alcaldes históricos que ya han decidido que no se presentarán como candidatos a las futuras elecciones. Se trata de Camil Àdam, que es alcalde de Sant Martí de Besora desde el 2003; Joan Riera, de Vilanova de Sau, alcalde desde el 2007 y Joan Manuel Claveria, alcalde de Espinelves desde el 2011.

Por el contrario, entre los que sí que quieren afrontar un nuevo mandato hay Enric Riera (JxCat) de Sant Sadurní d'Osormort, que fue elegido por primera vez en 1995 y que repetirá por octava vez consecutiva como alcaldable. Una situación que también se da en Sant Agustí de Lluçanès con Josep Pujol. En el Bages también hay un alcalde histórico que ha decidido terminar: Josep Tarín. Hace 19 años que es alcalde de Talamanca y termina un año antes de las elecciones por un pacto interno al frente del consistorio.

Con respecto a Ripoll, el actual alcalde Jordi Munell ya ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones municipales y cerrará, por lo tanto, una etapa de doce años al frente del consistorio.

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