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Patrimonio

Encuentran por primera vez una cocina griega en el yacimiento arqueológico de Empúries

Las excavaciones hacen visible el acantilado donde se asentaba la ciudad y la espuela rocosa que protegía el primer puerto

Unas arqueólogas excavando una chimenea de la estancia; en el fondo, la estructura de la cocina griega del siglo VI a.C.

Encuentran por primera vez una cocina griega en el yacimiento arqueológico de EmpúriesACN

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Los arqueólogos han encontrado por primera vez una cocina griega en el yacimiento de Empúries (Alt Empordà). Es una estructura de arcilla, que combina un horno y un fogón, y que se ha localizado en el antiguo barrio portuario. Data del siglo VI a.C., la época fundacional de la ciudad griega, y se cree que podría estar relacionada con un santuario que había en la zona, posiblemente dedicado a la diosa Deméter. Precisamente, porque en Grecia también se encontró una cocina similar que formaba parte de un lugar de culto. La campaña de excavaciones de este 2021 en Empúries también ha acabado de hacer visible el acantilado donde se asentaba la Neàpolis. Aquí destaca el descubrimiento de una gran espuela rocosa que protegía la pequeña cala natural donde había el primer puerto griego.
Empúries es una de las sedes del Museo de Arqueología de Catalunya (MAC). Más de un siglo después de que empezara a excavarse, el yacimiento sigue dando sorpresas. El de este año ha sido un hallazgo singular. No sólo porque es inédita en Empúries, sino también porque por todo el Mediterráneo se conocen muy pocos testimonios más.

Durante esta campaña, los trabajos arqueológicos se han focalizado en la antigua fachada litoral de Empúries. En el siglo VI a.C., cuando los griegos levantaron la Neápolis, la morfología de la zona era muy diferente de la actual. El Ter formaba un gran estuario y el agua del mar llegaba casi junto a donde ahora está el edificio del museo.

Este 2021, los arqueólogos han seguido excavando toda esta zona. El objetivo era doble. Por una parte, hacer visible buena parte del antiguo acantilado encima del cual se asentaba la ciudad griega. Y por la otra, seguir descubriendo cómo era su barrio portuario (que se extendía hasta el límite del promontorio rocoso).

Ha estado en este sector, formado por diferentes islas de edificaciones -o ínsulas- separadas por callejones , donde los arqueólogos han desenterrado una antigua cocina griega. Es la primera que se encuentra al yacimiento. En las casas de Empúries, hasta ahora, aquello que se había localizado eran vestigios de chimeneas. Se solían situar en el centro de las estancias y se utilizaban tanto para calentarse como para cocinar.

«En este caso, sin embargo, estamos hablando de una cocina con unas estructuras específicas, que nunca antes habíamos encontrado», concreta la responsable del MAC-Empúries, Marta Santos. Está hecha con arcilla cocida y la formaban un horno (con una bóveda que no se ha conservado) y un pequeño fogón, que se alimentaban con brasas por la parte de debajo.

Miles de almejas

La cocina griega fecha de la segunda mitad del siglo VI a.C.; es decir, es paralela en la época fundacional de la Ne´polis. Pero aparte de la estructura, aquello que la hace especial también es la cantidad ingente de restos culinarios que los arqueólogos han encontrado dentro de la estancia donde se ha localizado.

Mezcladas con la tierra que las recubría, y donde también han aparecido trozos de cerámica griega, Marta Santos precisa que han salido «miles de conchas de berberechos», restos de pescados (espinas y escamas) y escasos fragmentos de huesos. De estas tierras, los arqueólogos han recogido muestras que se han enviado a laboratorios especializados, para intentar descubrir qué comidasse hacían.

Ya de entrada, sin embargo, aquello que llama la atención es la gran cantidad de almejas que se han encontrado junto a la cocina griegas. «Estamos hablando de un número extraordinario, que no es habitual para consumo doméstico; por eso pensamos que esta cocina tenía que tener una función especial», dice la responsable del museo.

Vinculada al santuario

La hipótesis con que trabajan los arqueólogos es que esta cocina tuviera relación con un santuario que había en la zona. Y que de momento, con los vestigios que se han encontrado (ofrendas y terracotas) se cree que estaría dedicado a la diosa de la agricultura Deméter.

«Podemos pensar que esta cocina sería periférica al santuario y que estaría relacionada con sus comidas rituales», concreta Santos. «Podría servir para las comidas y celebraciones que se harían en torno a esta actividad de culto», añade a uno de los arqueólogos de Empúries, Pere Castanyer.

Para construir esta teoría, los arqueólogos se basan en otra cocina similar que se descubrió en Corinto. «Hay muy pocos paralelos de cocinas como esta en el mundo griego; y lo mejor, y casi lo único, se ha encontrado precisamente en un santuario», explica la responsable del MAC-Empúries. En concreto, se localizó al yacimiento de Isthmia, donde los griegos erigieron un templo en honor al rey del mar, Poseidón.

«Es una hipótesis muy sugerente y el hallazgo de la cocina es extraordinario, pero nos hay que ser cautos», explica Santos. Porque todavía hay interrogantes abiertos, y habrá que excavar en profundidad la zona de Empúries donde se situaba el santuario (junto al antiguo puerto griego) para «ir encajando todas las piezas del puzzle». De momento, después de volver a hacerse visible después de 1.500 años, la cocina griega se ha tapado de nuevo para preservarla.

Espuela de roca

Aquello que sí que se puede ver, y que de hecho ha cambiado la fisonomía de toda esta zona del yacimiento, es el acantilado donde se asentaba la Neápolis. Este 2021, los arqueólogos han retirado toda la arena que lo cubría y han dejado a la vista buena parte del promontorio rocoso encima del cual se construyó la ciudad griega.

Aquí, subraya Pere a Castanyer, destaca el descubrimiento de una gran espuela que protegía de los temporales la pequeña cala natural que acogió el primer puerto de Empúries. Este puerto estaba situado directamente en la playa, donde habría roqueras y pantalanes, y se utilizó hasta el siglo II a.C.

«Fue entonces, coincidiendo con la llegada de los romanos, cuando este espacio dejó de ser eficiente y se construyó un puerto artificial más a levante», explica el arqueólogo de Empúries. De este segundo puerto, precisamente, hoy día todavía se conserva parte del denominado 'espigón' (en realidad, un gran muro que aseguraba la protección ante los temporales).

En paralelo a recuperar la antigua topografía de la fachada litoral de Empúries, los arqueólogos también han hecho sondeos y estudios para ver cuándo toda esta hondonada se cubrió de arena. Aquí, han contado con el apoyo del Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya (CASC).

«Hemos identificado hasta donde llegaba el nivel del mar gracias a la fisura que las aguas dejaron al pie del acantilado y hemos podido recuperar moluscos incrustados en la roca que nos han ayudado en las dataciones», explica Pere Castanyer. «Estos sondeos revelan claramente que todo el proceso de relleno empezó a finales del siglo V d.C., y que en tan sólo cien años todo este espacio portuario quedó cubierto por la arena», precisa el arqueólogo.

Precisamente, fue entonces, durante los siglos IV y V d.C., cuando la población se trasladó hacia el interior y nació el núcleo tardoantíguoy medieval de Santa Margarida.

Las excavaciones en Empúries se enmarcan dentro de un proyecto de investigación impulsado por el Museo de Arqueología de Catalunya (MAC) y el Departamento de Cultura dentro de la convocatoria de proyectos cuatrienales de investigación arqueológica. Profundiza en la importancia que los espacios portuarios tuvieron al yacimiento. Colaboran el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid y el Ayuntamiento de l'Escala.

Este proyecto cuatrienal empezó en el 2018 y se ha acabado este 2021. Pero la intención, como subraya Castanyer, es alargarlo. «En los próximos años queremos completar el conocimiento del barrio portuario griego, del puerto artificial construido por los romanos, del sector de Santa Margarida y también incorporar otras zonas que vemos fundamentales, como la de Riells o La Clota,» precisa.

Dentro de estas nuevas intervenciones, el próximo año se ha previsto seguir excavando la zona junto al antiguo puerto griego donde estaría el espacio de culto dedicado a Deméter. Por eso, como paso previo para bajar hacia niveles inferiores, ya se han desmontado varias estructuras construidas encima de esta área entre los siglos XVII y XVIII y que formaban parte de un convento de monjes servites, así como una rampa moderna.

«La investigación nos ha permitido avanzar muchísimo, pero todavía queda trabajo para hacer», explica Pere Castanyer, recordando que Empúries siempre ha mirado al mar. Y su historia se explica, precisamente, a través de los espacios portuarios.

La estructura de la antigua cocina griega, donde había un fornet y un fogón que se alimentaban con brasas.

Encuentran por primera vez una cocina griega en el yacimiento arqueológico de EmpúriesACN

La estancia, una vez excavada, y de la estructura de la cocina griega del siglo VI a.C. que se ha descubierto en Empúries.

Encuentran por primera vez una cocina griega en el yacimiento arqueológico de EmpúriesACN

El sector norte de la ciudad griega de Empúries, donde se aprecian la espuela rocallós y todo el acantilado de la antigua fachada litora

Encuentran por primera vez una cocina griega en el yacimiento arqueológico de EmpúriesACN

Los arqueólogos descubriendo la enorme espuela rocallós que protegía la cala natural donde se estableció el primer puerto de Empúries.

Encuentran por primera vez una cocina griega en el yacimiento arqueológico de EmpúriesACN

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