La cabeza de la oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha afirmado que los contactos con Rusia eran para preparar varias conferencias y entrevistas del expresidente catalán después del referéndum del 1 de octubre del 2017 con el objetivo de explicar la causa independentista. «Ir a Rusia a hablar de cómo hacer un estado propio no creo que sea ningún delito. Es el más normal del mundo para quien quiere una Cataluña independiente», ha señalado Alay en una entrevista al programa 'Més 324'. «Los contactos con Rusia eran principalmente con medios de comunicación», ha precisado el jefe de la oficina del expresidente catalán, que denuncia que España intenta sacar partido de nuevo «de una historia de fantasmas».
«Madrid continuamente intenta explotar en la relación entre Rusia y Cataluña para sembrar una sombra de duda en Bruselas sobre el movimiento independentista catalán. Para vender que el independentismo quiere desestabilizar Europa», ha reflexionado en voz alta Alay, que se ha mostrado convencido que los mensajes se han obtenido de «forma fraudulenta y se han filtrado a los medios de comunicación». «La investigación estaba bajo secreto de sumario, y los móviles y sus contenidos estaban seguros. La lógica me dice pues que los filtradores han sido la Guardia Civil o el juez. Eso no es propio de un estado de derecho», ha cargado el jefe de la oficina de Carles Puigdemont.