Diari Més

Castillos

Vilafranca vive un Sant Fèlix reivindicativo para reclamar un protocolo que permita hacer castillos sin límite de personas

Los grupos reprochan a la Generalitat las trabas para hacer una festividad simbólica mientras proliferan los botellones por las noches

Plano abierto contrapicado de la Colla Jove Xiquets de Tarragona entrando en la plaza de la Vila con un pilar de 4.

Vilafranca vive un Sant Fèlix reivindicativo para reclamar un protocolo que permita hacer castillos sin límite de personasACN

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La plaza de la Vila de Vilafranca del Penedès se ha vuelto a llenar de camisas castelleres para celebrar la festividad de Sant Fèlix, pero este 30 de agosto no hay alzado ningún castillo. Los tradicionales grupos participantes a la cita han hecho un acto reivindicativo para urgir a la Generalitat a definir un protocolo que permita hacer castillos sin límite de personas. Los grupos de Vilafranca, Valls y Tarragona han criticado duramente que se les haya vetado la festividad simbólica que se quería celebrar este lunes, con pilares de 5 con grupos de 50 personas, mientras a las noches proliferan las aglomeraciones y botellones en las calles. «El Gobierno no ha sido ágil, ni diligente, ni lo bastante esmerado», ha lanzado al alcalde de Vilafranca, Pere Regull.

Los Castellers de Vilafranca, la Colla Vella de los Xiquetsde Valls, la Jovede los Xiquets de Valls y la Jovede los Xiquetsde Tarragona se han reunido de nuevo para celebrar Sant Fèlix después de que el año pasado la covid-19 impidiera la festividad. Aunque los grupos sólo preveían hacer una festividad simbólica debido a las restricciones de la covid-19, finalmente la cita se ha convertido en un acto reivindicativo para defender la vuelta a la normalidad de la actividad castellera.

El acto de protesta ha llegado después de que la Generalitat no autorizara el levantamiento de pilares de 5 con grupos de 50 personas, tal como pedían los administradores de la Fiesta Mayor de Vilafranca –organizadores de la festividad-, considerando que era el nivel «mínimo» a exhibir en una festividad como Sant Fèlix. A pesar de que ayer, víspera de la Fiesta Mayor, los Castellers de Vilafranca sí que levantaron un pilar de 5 con 25 personas, el Ayuntamiento ha apuntado comportó un riesgo que hoy no podían asumir todos los grupos.

Ante el veto a hacer los pilares con 50 personas por Sant Fèlix, los grupos se han limitado a entrar en plaza con los tradicionales pilares de caminando, y la festividad ha sido marcada por la falta de los grandes castillos que siempre se habían lucido. Un minuto de silencio y un manifiesto reivindicativo han precedido el toque de castillos interpretado por los músicos de los cuatro grupos, con todos los castellers de pie e inmóviles bajo una lluvia constante que ha dejado empapados a los poco más de 100 asistentes en la plaza de la Vila.

Tanto los grupos como los organizadores de la festividad han recordado que la previsión de este lunes era hacer tests de antígenos a todos los participantes, garantizando un elevado porcentaje de vacunación entre los miembros de los pilares y el uso indispensable de mascarilla. Teniendo en cuenta que eran elementos de control de la pandemia utilizados en otros acontecimientos, los responsables de la festividad han acusado a la Generalitat de «menospreciar» la actividad de los grupos, que consideran que han quedado «en la cola» de la reanudación|recuperación de la actividad cultural.

En este sentido, han lamentado que durante el último año y medio sólo se hayan permitido los ensayos con grupos de 25 personas y excepcionalmente el levantamiento de pilares con grupos de 50 durante la festividad de Sant Joan de Valls. Respecto de esta diferencia entre la cita vallense y la de Sant Fèlix, el alcalde de Vilafranca, Pere Regull, ha lamentado la falta de explicaciones de la Generalitat, si bien él lo ha atribuido a los resultados de los ensayos clínicos hechos a grandes acontecimientos multitudinarios como|cómo el Vida, el Canet Rock y el Cruïlla.

El alcalde también ha sido especialmente crítico con la proliferación de botellonesen las calles durante las últimas semanas. Regull considera que la Generalitat «mira a otro lado» ante estas aglomeraciones, mientras actúa «desproporcionadamente» con la cultura castellera. «Si no hubiéramos dicho nada, este lunes en Vilafranca habríamos podido levantar pilares de 5», ha dicho, añadiendo que «ante otras circunstancias, la administración gira la cara como si no pasara nada».

Regull ha insistido en pedir un cambio a los responsables de Salud y Cultura, a quienes ha atribuido el veto de este lunes. «Esperamos que Sant Fèlix sea un punto de inflexión», ha subrayado, pidiendo medidas más flexibles de cara a las próximas festividades castelleres del Mercado en Reus y Santa Tecla en Tarragona. El alcalde se ha mostrado esperanzado con qué Vilafranca pueda acabar celebrando la festividad de Todos los Santos el 1 de noviembre «sin hacer ninguna imprudencia sanitaria».

A su vez, los cuatro grupos participantes en Sant Fèlix han mostrado su enfado. Desde los Castellers de Vilafranca, el capatazde colla, Cisco Benet, ha pedido «atención suficiente» por parte de la Generalitat, a quien ha recriminado que «utilice» el mundo casteller para difundir la cultura catalana pero actualmente no les permita actuar. Benet ha instado a la administración a preservar los castillos, recordando que están declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Más contundente se ha mostrado el capataz de colla de la Vella de los Xiquets de Valls, Albert Martínez: «Ya no hablemos de tristeza. Estamos llenos de mala leche». Martínez ha defendido el paro de actividad que hicieron a los grupos cuando tomó bastante la quinta ola de la pandemia «mientras ninguna otra actividad social, cultural o deportiva lo hizo» y ha pedido «soluciones ya» para los grupos. «Si no, llegará un momento que tendremos que ser rebeldes», ha avisado.

Desde la Colla de los Xiquets de Valls, el capataz de colla, Jarme Martí, ha subrayado que la normativa actual hace que la actividad sea «inviable» y ha defendido el uso de mascarillas y la higiene que están cumpliendo las entidades. «Lo estamos haciendo bien, pero alguna cosa falla», ha dicho, y ha lamentado que «se está dejando morir» el mundo casteller si no se marcan «urgentemente» unas nuevas pautas para ensayar y actuar sin límite de participantes.

Por su parte, desde la Colla Jove de los Xiquets de Tarragona, el capataz de colla Jordi Alomà ha destacado el «juicio» con que se han comportado los castellers durante la pandemia. «Somos los primeros que nos pararemos si hay una sexta ola|oleada, pero ahora mismo no es viable seguir trabajando divididos en grupos de 25», ha insistido, aseverando que los grupos «requieren más». «Si no hay una modificación de los protocolos, será inviable continuar», ha añadido.

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