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Expertos piden mejorar los nomas de ventilación de interiores para prevenir contagios

Los investigadores señalan que los estándares actuales son mínimos y piden incluir tasas de filtración y monitores

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ACN

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Un grupo internacional de expertos alerta de que los estándares actuales para ventilar los interiores de los edificios son mínimos y reclaman un «cambio de paradigma». En un artículo conjunto en la revista Science, una cuarentena de especialistas en virología, medicina, aerosoles o calidad del aire consideran que hace falta cambiar las normas y mejorarlas con unos nuevos estándares nacionales e internacionales pensados para prevenir infecciones y contagios de enfermedades como la covid-19. En concreto, el equipo pide que los estándares obligatorios de ventilación de los edificios incluyan un mayor flujo de aire, tasas de filtración, y monitores que permitan al público observar la calidad del aire en los espacios interiores compartidos.

La mayoría de los estándares mínimos de ventilación -exceptuando instalaciones de investigación y atención médica especializadas- sólo controlan el olor, los niveles de CO2, la temperatura y la humedad, según explican.

Por eso, teniendo en cuenta el contexto pandémico, creen que se tienen que actualizar y actuar de forma similar a cuándo se aplicaron normas para eliminar los patógenos del agua potable y evitar las infecciones en los alimentos.

«Llevamos más de un año alertando conjuntamente de la importancia de la transmisión aérea de la covid-19 en espacios interiores [...] Ahora en España hace falta que se apliquen normas y certificaciones obligatorias para oficinas, restaurantes, espectáculos y transporte público, entre otros entornos», indica el profesor Xavier Querol, del IDAEA-CSIC, y uno de los investigadores que firma el artículo.

De hecho, la científica Lidia Morawska, de la Queensland University of Technology de Australia, que lidera el artículo, apunta un paso más allá. Manifiesta que los sistemas de ventilación también se tienen que controlar según la demanda para adaptarse a los diferentes ocupaciones de los espacios interiores y las diferentes actividades y ritmos respiratorios y por eso, cita como ejemplos de diferentes escenarios hacer ejercicio en un gimnasio o sentarse en una sala de cine.

«Un edificio se tiene que diseñar y operar de acuerdo con su propósito y las actividades que se llevan a cabo allí, de manera que el riesgo de infecciones transmitidas por el aire se mantenga por debajo de un nivel aceptable», concluye.

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