Sàmper ha explicado que hay 14 detenidos por los disturbios del sábado y que uno de ellos está «directamente relacionado» con la quema de la furgoneta. Entre estos hay una mujer italiana responsable de rociar con líquido inflamable. Ha insistido en que si la furgoneta hubiera explotado se podría haber producido una muerte y, por lo tanto, lo que ha habido es un homicidio en grado de tentativa. Ha añadido pero que es tarea de la fiscalía determinarlo.
«Fracaso social»
El conseller ha valorado que la situación no es un fracaso del sistema de orden público sino que lo que hay es un «fracaso social». Ha añadido que hay que trabajar para dar una respuesta política a la generación de jóvenes que ve pocas perspectivas de futuro. Ha lamentado que la mayoría se manifiestan pacíficamente pero que hay unos «300-400» que son «muy violentos». En este sentido, ha afirmado que el grado de violencia «es muy elevado».
Ha pedido también pero que la gente pacífica «que no tiraba ni una piedra», no ayude a los violentos. Lo ha dicho ya que ha asegurado que el sábado pasado se vio gente que no estaba haciendo actos violentos pero sí haciendo barricadas para que la policía fuera más lenta.
Diferencias con las protestas post-sentencia del 1-O
Sàmper ha explicado que todavía no se ha decidido si la Generalitat se personará como acusación por los últimos disturbios pero ha supuesto que sí lo hará: «Probablemente sí». Ha afirmado que la violencia «no se puede enmarcar en una cosa normal y justificable» y ha pedido «no confundir» con situaciones como las de la sentencia del 1-o, «dónde se podría llegar a entender que era un pueblo que sale enfadado por una represión inaudita». Ha afirmado que lo que está pasando ahora es diferente y es «violencia gratuita».