Solé ha explicado que, según el protocolo aprobado, los miembros de las mesas tendrán Equipos de Protección Individual (EPI) para poder utilizar en la franja de votación entre las 19h y las 20h, que es cuando el Gobierno recomienda que vayan a votar a las personas positivas o en cuarentena. Y ha añadido que por responsabilidad, no tiene sentido que una persona no infectada vaya a votar en esta franja, aunque la medida no pueda ser obligatoria.
«La seguridad en los colegios electorales está avalada y no tenemos que generar más dudas de las necesarias. Desde un punto de vista de seguridad está todo previsto pero no es responsable poner a 5,5 millones de personas en la calle», ha afianzado. Asimismo, ha explicado que se harán tests de antígenos a todos los miembros de las mesas electorales y, por lo tanto, en caso de detectar personas positivas, no acabarían formando parte de las mesas. Lo que no es viable por una cuestión de tiempo es que los miembros de las mesas estén vacunados si las elecciones se acaban celebrando el 14 de febrero. Según Solé, esta es una decisión del Departament de Salut que, después de valorarla, ha considerado que no es posible teniendo en cuenta el plan de vacunación si se mantiene el 14-F.