La inmunidad innata entrenada es una solución alternativa a las vacunas clásicas, ya que no genera anticuerpos. Según detalla RUTI Immune en su comunicado, se trata de «la primera línea de respuesta a patógenos desconocidos [...], dotando de memoria y entrenando el sistema inmunitario para generar una respuesta mejor y más rápida». Según la empresa, esta podría ser «la base de vacunas antivíricas de amplio espectro y un primer recurso contra nuevas infecciones o mutaciones de virus pandémicos».
Con el capital conseguido, RUTI Immune confía en incrementar la capacidad de producción de su vacuna –actualmente es de dos millones de unidades anuales- y prepara el despliegue global de la vaccinia a partir de 2022. Hasta ahora, la empresa ya ha administrado la vacuna a personal sanitario de varios hospitales argentinos.