Diari Més

Cataluña ha vacunado ya a 10.475 personas, un 8,7% de las dosis de qué dispone

La previsión del gobierno catalán es inocular 738.000 dosis de vacuna en las próximas doce semanas

Personal sanitario pone las primeras vacunas contra la covid-19 al personal sanitario del Hospital de Santa Creu i Sant Pau.

Cataluña ha vacunado ya a 10.475 personas, 2.000 de ellas en últimas 24 horasACN

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Los equipos de vacunación preparados por el Departament de Salut han vacunado ya a 10.475 personas en Cataluña, 2.182 de ellas en las últimas 24 horas, según datos actualizados hoy por la Generalitat, lo que significa que han inoculado hasta ayer un 8,7% de las 120.000 dosis que ha recibido.

Cataluña recibe cada semana unas 60.000 dosis de vacuna y ya ha recibido dos remesas que guarda a -70ºC a los congeladores del Banc de Sang i Teixits de Catalunya hasta distribuirlas -con 250 neveras portátiles- para su administración, que se tiene que hacer antes de cinco días desde su descongelación.

La previsión del gobierno catalán es poner 738.000 dosis de vacuna en las próximas doce semanas, es decir, inocular una media de 8.800 vacunas diarias, media que todavía no se ha alcanzado pero que Salut afirma que llegará en los próximos días.

Además de haber iniciado la vacunación en los centros residenciales de personas mayores, Salut empezó ayer también a vacunar a los profesionales sanitarios que trabajan en hospitales y centros de atención primaria.

Hasta ayer, de las 10.475 personas vacunadas, 1.121 lo han sido en la ciudad de Barcelona, 357 en la de Lleida, 277 en Sabadell, 275 en Badalona, 108 en Tarragona y 67 en Girona, entre otras ciudades.

Todas las personas que reciben la primera dosis de la vacuna -de momento, la única disponible en España es la de Pzifer/BioNTech- tendrán que volver a inocularse una segunda dosis después de 21 días.

El Departament de Salut asumió ayer disfunciones en los primeros días de vacunación y aseguró que confía en acelerar el ritmo para llegar a unas 748.000 dosis inoculadas en doce semanas, es decir, vacunar a unas 374.000 personas, un 5,3% de la población catalana.

El secretario de Salut Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, admitió ayer las críticas por «todas las disfunciones que pueda haber» a nivel logístico a la vacunación, entre ellas las del jefe de Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, que dijo que Salut «ha pecado de querer correr demasiado».

«No hemos conseguido el objetivo de 60.000 vacunas a la semana», reconoció Argimon, que ha augurado que esta cifra es «la media semanal» y que todavía hay margen para cumplir con este número.

«Eso no es una carrera de cien metros, es una carrera de fondo», remarcó el secretario de Salut Pública, que dijo que «confía plenamente en recuperar» el ritmo de vacunación previsto inicialmente, con un objetivo en el horizonte: «748.000 dosis puestas en 12 semanas».

Argimon ha asegurado que ya disponen de 250 neveras para mover por el territorio el preparado de Pfizer/BioNTech, una cifra que ve «suficiente» para la primera etapa, mientras la Generalitat está a la espera de que lleguen «todas las necesarias» para el global de la campaña de vacunación.

Por su parte, la presidenta de la Associació d'Infermeria Familiar i Comunitària de Catalunya (AIFICC), Alba Brugués, culpó ayer al gobierno catalán de haber «errado» en la organización de la vacunación, y recordó que las más de 5.000 enfermeras que se ofrecieron para vacunar voluntariamente en Cataluña están acostumbradas a trabajar los fines de semana y los festivos.

«Las enfermeras han dado el paso. A un llamamiento para cubrir 500 plazas de enfermería, se presentaron más de 5.000. Enfermeras tenemos y tenemos un dispositivo preparado para dar cobertura. El error es como se ha organizado», vha denunciar.

El Colegio de Enfermería de Barcelona (COIB) también indicó que «las enfermeras hemos respondido de manera ejemplar al llamamiento del Departament de Salut para participar en la campaña de vacunación contra la covid-19 y no es justo que se nos haga responsables del retraso en la administración de las vacunas».

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