Según los investigadores, el riesgo se calcula en base de relacionar los casos de covid-19 conocidos con los datos que indican en qué zonas y con qué intensidad se están desplazando los ciudadanos de las áreas afectadas. Los patrones de movilidad se infieren a partir de datos de telefonía móvil anonimizados y agregados por día y área de movilidad.
Los datos se actualizan automáticamente a medida que las administraciones las incorporan a sus sistemas de información pública y el detalle de la información se ofrece a escala provincial, a nivel de todo el Estado, y a escala menor (áreas o zonas básicas de salud) cuando esta información está disponible. Según el BSC, que ha puesto la herramienta a disposición de las administraciones públicas y los investigadores, esta plataforma pretende «ayudar a las autoridades sanitarias a la hora de tomar decisiones».
La herramienta se ha desarrollado con fondo del Departament de Polítiques Digitals i Administració Pública de la Generalitat; de la Secretaría de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA) del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, y del Instituto Nacional de Bioinformática - Instituto de Salud Carlos III.