En concreto, se han evaluado cerca de un millar de donantes que han pasado la covid-19 y que no tenían otras enfermedades asociadas. Se han seleccionado de entre el grupo de personas que han dado plasma después de superar la enfermedad. También se han estudiado enfermos a los hospitales que han recibido sangre en su tratamiento contra el coronavirus.
En el primer caso, se concluye que los donantes de sangre del grupo 0 tienen un «riesgo significativamente más bajo de infección» que los que no son de este grupo. Este hecho se puede explicar porque las personas del grupo 0 tienen más defensas -anticuerpos anti A y anti B- contra los antígenos con que se expresa el virus SARS-CoV-2.
Las personas del grupo A tienen anticuerpos contra la sangre del tipo B; los del grupo B tienen anticuerpos contra el grupo A; los AB no tienen anticuerpos, y los del grupo 0 tienen anticuerpos contra el A y el B.
La llamada proteína S del virus tiene una estructura similar a la de los grupos sanguíneos ABO y eso hace que, cuando el virus llega al organismo de una persona del grupo sanguíneo 0, su cuerpo reacciona utilizando los anticuerpos que hay en la sangre para atacar el virus, dificultando la propagación en el organismo.
A través de un modelo estadístico sobre la transmisión viral se ha hecho evidente esta relación entre el grupo sanguíneo y el riesgo de contraer el virus. Por otra parte, también se ha evidenciado que, para que pueda funcionar el mecanismo de defensa contra la covid-19, hay que tener un sistema inmune fuerte y una producción adecuada de anticuerpos. Estos dos hechos se suelen dar en la población de donantes de sangre, ya que son personas de una edad media de 45 años y considerados sanos, sin enfermedades que los podrían excluir de la donación.
Entre los donantes, un 42% son del grupo A, y un 47% del grupo O. En cambio, entre los donantes infectados, las personas del grupo A suben hasta el 47%, y las del grupo O bajan al 41%.
En cambio, en el caso de los enfermos que han sido hospitalizados y han recibido transfusiones no se observa esta relación entre el grupo sanguíneo y el riesgo de contraer la covid-19. La edad mucho más avanzada de los enfermos junto a un sistema inmune debilitado hace que el riesgo sea lo mismo independientemente del grupo sanguíneo.
A pesar de eso, el grupo ABO también tiene influencia en la evolución clínica de la infección, así como en el riesgo de mortalidad. Según el estudio, las personas con el grupo sanguíneo 0 tienen menos riesgo de mortalidad relacionada con el virus.
En el estudio se han considerado otros factores como la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o la obesidad con el fin de poder predecir el riesgo de mortalidad entre los pacientes hospitalizados.
El estudio lo ha elaborado el Banc de Sang i Teixits, en colaboración con el Departamento de Estadística de la Universitat de Barcelona y los 13 hospitales donde el Banc de Sang tiene un espacio fijo de donación y transfusión.