La Mesa del Parlament rechaza la ILP que proponía declarar la independencia

La Mesa del Parlament ha rechazado este martes la iniciativa legislativa popular (ILP) que proponía que la cámara declarara la independencia. Cs y PSC-Units han hecho valer sus tres votos delante de los dos de JxSí, que ha votado a favor de admitir la ILP, y de los otros dos de ERC, que se ha abstenido. La iniciativa, presentada por el colectivo Unitat per la Independència, reclamaba que la cámara volviera a declarar la secesión, Cataluña se constituyera como país independiente y se abrieran negociaciones con el Estado español. Fuentes parlamentarias han explicado que los ámbitos que pueden ser materia de ILP están regulados por una ley del Parlament y no se incluye la independencia, por eso ERC se ha abstenido.

Concretamente, la ley de la iniciativa legislativa popular establece que sólo pueden ser objeto de una ILP «las materias sobre las cuales la Generalitat tiene reconocida su competencia y el Parlament puede legislar, de acuerdo con la Constitución y el Estatuto de autonomía». Es por este motivo que se han rechazado varias ILP en el pasado para no adecuarse a lo que prevé la ley, como una iniciativa sobre la constitución catalana y otra sobre soberanía nacional en el 2008, dos que pedían la convocatoria de un referéndum en el 2009, y dos más sobre la misma cuestión en el 2010 y en el 2011.

Fuentes republicanas sostienen que haber admitido esta ILP habría supuesto incumplir la ley aprobada por el Parlament que «excluye expresamente determinadas materias como la propuesta». No obstante eso, el presidente del Parlament, Roger Torrent, y la secretaria cuarta de la cámara, Adriana Delgado, han rechazado los argumentos de Cs y han defendido que en el hemiciclo se tiene que poder hablar de todo, pero por los mecanismos adecuados. Además, los republicanos creen que el informe de los letrados que acompaña la ILP es «muy claro» al descartar que el contenido de esta iniciativa se pueda admitir por esta vía. En cambio, ERC abre la puerta a tramitarlo en forma de proposición de ley.

Los impulsores de la ILP sostenían que «en ningún caso» era ilegal ni tenía consecuencias jurídicas para los miembros de la Mesa, por lo que los emplazaba a admitir a trámite la propuesta.